El aceite de lavanda es uno de los más conocidos y utilizado desde la antigüedad por sus múltiples propiedades como calmante, antiséptico, analgésico, antiinflamatorio y cicatrizante.
Para los perros, su aroma también ayuda a relajar y descansar; sirve como repelente de insectos gracias a sus compuestos químicos como linalool y cuminaldehído, puedes esparcir gotas de este aceite por la alfombra o el suelo y así actuará como una barrera natural; es un calmante tanto del estrés como de la piel, puedes aliviar irritación por picaduras o dermatitis y es un buen antiinflamatorio y cicatrizante de heridas y quemaduras.
Si tienes flores de lavanda es muy sencillo preparar este aceite en casa, solo debes dejar secarlas al sol, después machacarlas con un mortero pero sin llegar a romperlas demasiado, calienta las flores en un recipiente con agua u otro aceite a fuego lento durante unas horas, colocas el aceita y lo conservas en un tarro protegido de la luz.
Es importante que diluyas el aceite en agua o en otros aceites para no aplicarlo directamente sobre la piel del perro, puedes comenzar a probar con una pequeña porción de piel para comprobar que el animal no es alérgico a esta sustancia.
Puedes utilizarlo como un ambientador natural sobre la casa esparciendo unas cuantas gotas del aceite y así servirá como aromaterapia para el can.
Fuente: myanimals