El mes pasado fui con mi familia a cortar nuestro árbol de Navidad a Amealco. Aunque pregunté aquí y allá, sólo encontré que había una granja que ofrecía árboles de Navidad bien cultivados en Amealco, la misma a la que habíamos ido el año anterior. Aquí entra mi primera interrogante: por qué no hay más granjas de árboles de Navidad si tenemos climas fríos y montañosos en varios lugares de Querétaro, como Pinal de Amoles, San Joaquín y amplias extensiones en Amealco y Huimilpan? Y si estas granjas existen ¿por qué no están en el mapa?
Estoy convencida de que podemos desarrollar el agro turismo en Querétaro y hay muchas razones que sustentan mi propuesta. La primera es que debido a la pandemia del COVID a las familias queretanas y de los mercados vecinos nos urge salir: salir de casa, salir de la ciudad, salir a donde se pueda. Además del excelente mercado que somos las familias queretanas con 2.3 millones de habitantes, también tenemos los mercados vecinos que en conjunto suman 42 millones de habitantes a una distancia entre 2 o 3 horas por carretera.
La segunda razón para afirmar que el agro turismo es la oportunidad para Querétaro, es que contamos con 237 mil hectáreas de tierras donde hoy en día se producen productos agrícolas tanto a cielo abierto como en invernadero, con calidad internacional, cuya producción genera enorme interés a muchísimas personas. Cómo crece un jitomate hidroponico? Cómo se hacen nuevas plantas, por semilla o por esqueje? Nuestra familia comenzó una granja de lavanda y plantas aromáticas en Tequisquiapan hace tres años y hemos encontrado el interés de los visitantes por aprender, por comprar plantas aromáticas y productos elaborados con ellas. Si tenemos mercados turísticos y productos agrícolas, la innovación consiste en encontrar la manera de combinarlos y generar productos turísticos agrícolas de alto valor cultural, económico y social.
Ahora es el momento de que los funcionarios estatales trabajen en equipo para aprovechar las grandes oportunidades que ofrece el campo queretano con una mirada nueva, donde se logre generar desarrollo social y comunitario a través del turismo. El apoyo técnico de parte de la secretaria de agricultura es muy importante. Podemos crear muchos productos turísticos, pero necesitamos asesoría técnica para los cultivos. En la granja de árboles de Navidad de Amealco están precisamente buscando que otros cultivos atraerían turistas en las épocas no navideñas.
¿Dónde están las oportunidades? Hay varias opciones, la primera es la experiencia de comer alimentos que van del campo a la mesa. Si nuestros productores agrícolas aprenden a desarrollar sus propios restaurantes, si tienen el apoyo y la asesoría del gobierno para construir instalaciones como terrazas, baños y cocinas dignas, entonces sería más fácil para ellos salir del ciclo de sembrar y cosechar. En los invernaderos donde se producen toneladas de tomate, chile y pimiento, ¿qué tal si se permite la entrada a una nave para ver cómo es el proceso de producción hidropónica? A mi me encanta cuando los niños salen de nuestro invernadero con la idea de que ellos también pueden hacer nuevas plantitas de lavanda. Ojalá le apostemos al turismo y a las comunidades.
