Con el objetivo de fomentar la lactancia materna y mejorar la salud de los lactantes en todo el mundo, del 1 al 7 de agosto se lleva a cabo la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2019, cuyo lema es “Empoderémonos ¡Hagamos posible la lactancia materna!
Este año además conmemora la Declaración de Innocenti, signada en agosto de 1990 por los gobiernos, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y otras organizaciones para proteger, promover y apoyar la lactancia materna.
Amamantar al recién nacido favorece la salud de las madres y de los hijos. En el caso de los niños podría salvar más de 800 mil vidas al año, en mayor parte la de los menores de seis meses, de acuerdo a información divulgada este jueves por la OMS en su portal electrónico.
A las mujeres que amamantan les disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama y ovario, así como diabetes tipo 2 y enfermedades cardiacas. Según estimaciones de la OMS: “la lactancia materna podría evitar 20 mil muertes maternas al año por cáncer de mama”.
La edad recomendable para la lactancia materna, de acuerdo a la OMS, es una hora después de nacido hasta los seis meses de vida y después complementar con alimentos nutritivos y continuar amamantando hasta los dos años o más de edad.
Cifras de la UNICEF y de la OMS revelaron que unos 78 millones de recién nacidos en el mundo, equivalente a tres de cada cinco, no toman leche materna en su primera hora de vida, lo que aumenta el riesgo de muerte o se contagie de alguna enfermedad y disminuye la posibilidad de que continúen con la lactancia materna.
Según el informe sobre lactancia materna que incluye a 76 países, “las tasas más altas de lactancia materna en la primera hora después del parto se registran en África Oriental y Meridional (65%), mientras que las más bajas se encuentran en Asia Oriental y el Pacífico (32 por ciento)”.
