La diarrea del viajero o “diarrea del turista” es el problema de salud más frecuente que enfrentan quienes visitan otros países o zonas en el interior de su misma nación.
Aproximadamente 30 por ciento de los turistas desarrollan la enfermedad durante la primera semana de su visita, usualmente al tercer día.
De acuerdo al infectólogo Federico Javier Ortiz Ibarra, la mayoría presenta de tres a cinco evacuaciones diarias, con un promedio de cuatro o cinco días en caso de no recibir tratamiento.
Aún cuando en la mayoría de las veces la diarrea no es un problema grave, puede provocar cambios en el itinerario del viaje. Los lugares en donde más se presenta la infección son aquellos cuyas medidas sanitarias son deficientes y muchas veces van acompañados de climas tropicales.
En estos lugares de temperaturas altas, algunos alimentos que no se encuentran correctamente almacenados pueden provocar un foco de infección.
De ahí la imporyancia de tener cuidado al consumir carnes, pescados y mariscos crudos o poco cocidos y extremar precauciones con la ingesta de agua no potable.
Para el tratamiento de la diarrea del viajero, la hidratación oral es la herramienta más importante, por lo que se recomienda llevar dentro del botiquín de viaje medicamentos que no tengan absorción intestinal como la nifuroxazida (Eskapar) que tiene una buena cobertura contra las bacterias Escherichia coli y Salmonella.
En niños, el uso de agentes anti secretorios y astringentes como el tanato de gelatina, pueden ayudar a mejorar el tiempo de recuperación y evitar la deshidratación, líquidos abundantes y en todos los casos es muy importante lavarse las manos constantemente.
