Shadow of The Tomb Raider, videojuego que completa la trilogía de la arqueóloga Lara Croft – uno de los personajes más reconocidos en la industria – rinde un notable homenaje a la tradición de Día de Muertos en México.
Eidos Montreal, estudio canadiense desarrollador del videojuego, realizó una extraordinaria investigación sobre la cultura mexicana para plasmar el colorido de esta festividad nacional, reconocida a nivel mundial.
La primera misión del videojuego inicia en Cozumel, en pleno Día de Muertos. Aunado a su tradicional atuendo y armas como el arco, la daga y su equipo de escalada, Lara Croft viste un atuendo tradicional mexicano rematado con una máscara de Catrina, para mimetizarse entre los locales mientras trata de localizar al líder de un peligroso grupo terrorista conocido como La Trinidad.
En su andar por una de las plazas del pueblo y con la canción popular “La Bruja” como música de fondo, Lara encontrará a habitantes locales o PNJ (Personajes No Jugadores) que visten ropas mexicanas como sarapes, sombreros, sandalias y además, las personas están maquilladas de Catrinas y Catrines. En medio de la plaza existe una fuente y alrededor hay puestos de comida con tamales, pescado frito, dulces de azúcar y hasta bebidas alcohólicas para acompañar la fiesta amenizada por un grupo musical que toca en un restaurant llamado La Casa Mexicana.
Es en la segunda área del primer acto donde el culto a los muertos alcanza su representación virtual más espectacular. Se trata de un panteón donde los personajes colocan flores, lloran a sus muertos al pie de tumbas con velas y flores de cempasúchil, rezan a estatuas de la Virgen María, comen caña de azúcar, platican entre ellos sobre sus difuntos – en español por supuesto – y recuerdan a sus muertos entre lágrimas y risas, cruces de madera, ofrendas, fuegos artificiales, espectaculares altares de muertos y un desfile con catrinas monumentales que tiene lugar a unas calles de ahí.
Sin duda un ejemplo del cariño que se le tiene a México a nivel mundial y de la importancia y belleza de su cultura y tradiciones, que traspasan las fronteras al ser bien conocidas en otros países y en este caso, traspasan también la barrera del mundo real para quedar inmortalizadas en el mundo de los videojuegos.