Aquelarre musical con Lacrimosa

Margarita Ladrón de Guevara

  · jueves 7 de diciembre de 2017

Fotos: cortesía Luis Sánchez y Alan Hernández

El público queretano desbordó sus emociones el martes por lanoche en el Teatro Metropolitano al presenciar el ritual musical deLacrimosa, que trajo a Querétaro su nuevo disco “Testimonium”,y por dos horas permaneció hechizado con los acordes melancólicospero potentes de este grupo alemán fundado en 1990.

Ni un boleto quedaba en la taquilla del Teatro Metropolitanominutos antes de empezar el concierto. Y el público, ataviado consus negros ropajes, ocupó la sala  puntualmente para formar partedel aquelarre musical que empezó con los acordes de Wennunsere Helden sterben. El recinto cobró vida mientras loshéroes del rock gótico entraban en calor con tres temas de“Testimonium”, disco publicado en 2017 y del cual extrajeron,además de la obertura, Nach dem sturm y Zwischenallen Stülen, coreada por todos demostrando que  losqueretanos están a la altura de cualquier público en el mundo.Los gritos hacia el líder y vocalista del dueto, Tilo Wolff elevaron sus decibeles con la primera de una larga lista decanciones coreadas por el público: Der Morgen Danach,tema de 2001 que cerró la conexión entre los queretanos y Wolffal cantar al unísono.

Los aplausos dieron pie a un viaje en el tiempo con Notevery pain hurts, interpretada por Anne Marjanna Nurmi,probablemente la única persona en todo el recinto vestida deblanco, quien recibió el amor del público a lo largo de la noche.El tema de 1997 fue seguido por otro de los más coreados,Lichtgestalt, de 2005 en el que se impusieron lasguitarras hard y provocaron la sacudida de melenas entre lospresentes.

El grupo no requirió mayor aderezo en el escenario que unamanta, aunque eso sí: un espectacular juego de luces que creaba laatmósfera visual adecuada, si bien la música fue siempre laprotagonista.

A través de la oscuridad que las luces moradas y rojasacuchillaban en el vacío, siguió el vaivén en el tiempo contemas como Welterbrand, Lass die Nacht nicht über mich fallen,Herz un Verstand, Apart, Feuer y ya con una hora y media deconcierto, el primer ancore con Stolzes Herz y otra queprovocó el desquicio del público, Alleine zu Zweit, delálbum “Elodia” publicado en 1999.

Ich bin der brennende Komet, Alles lüge ySchakal marcaron la recta final para, luego de que Wolffdijera en inglés “esta ha sido una gran noche, gracias porapoyar la música de Lacrimosa”, cantara Durch Nacht undFlut, con sus estrofas en español que en alaridos fueronseguidas por los presentes.

Sin poder ocultar su felicidad, las oscuras figuras volvieron adesfilar hacia la oscuridad de la noche, aunque algunos se tomaronla foto del recuerdo con un queretano Arlequín, dando el cerrojazoa una noche plena de emociones.

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