Carla Wolff, originaria de la Ciudad de México se define a sí misma como alguien que le canta al amor en todas sus facetas; “hacerlo implica llevarlo a cabo de varias formas y así puede verse en los shows, donde tenemos diversos ritmos como música disco, salsa y hasta el amor por México, con el que hacemos homenaje a varios compositores mexicanos”, detalla.
Actualmente promociona el tema “Entre paréntesis” en el que muestra la otra cara de la moneda: el desamor, y que trata de una mujer que a través de una misiva está planteando los términos de su divorcio, pero confiesa que sigue enamorada; por lo que Carla asegura, es un tema fuerte que además no es recurrente.
Con esta canción como carta de presentación, Wolff realizó una gira de promoción por Centroamérica a través de destinos como Panamá, Guatemala, El Salvador y Costa Rica. Este año su plan es arribar a Chile y Colombia para conquistar con un sentimiento renovado.
De los primeros pasos hasta el escenario
Para esta artista, la pasión por la música comenzó desde muy pequeña, cuando tenía cerca de tres años e inició sus primeros cantos vestida de monaguillo, sin embargo, asegura que nació con pasión por el arte, ya que también ha incursionado en el baile.
“Inicié bailando clásico, luego tap, después modern stage en el que había de todo un poco, porque creo que es muy raro que un bailarín se quede con una sola faceta de expresión, es lo mismo con la música cuando cantas en muchos ritmos”, asegura.
Sin embargo, además de su amor por la música y los escenarios, Carla se ha dado el tiempo para cumplir con otros sueños. “He sido una mujer muy inquieta que me he desarrollado en muchas otras facetas en las que igual he sido madre, esposa, empresaria, y en diferentes momentos he puesto pausa en mi carrera musical por hacer otras cosas que también incluyen mi vida”, detalla.
En este sentido creó una analogía en la que dice, cada aspecto de la vida es como un círculo que al sumarse todos, deben embonar perfectamente entre sí, además deben estar llenos para mantenerse en equilibrio, aunque aclara que cumplir con todos suele ser una tarea pesada; “claro que corres todo el día, pero también sientes una gran satisfacción al ver que todas las cosas se van logrando”, confiesa.
Asimismo refiere que una de las máximas en su día a día es la necesidad de reinventarse y plantearse nuevos retos. “Creo que tanto mujeres como hombres llegamos a cierta edad en la que pensamos que ya se acabó y que si ya se lograron ciertas cosas, ya no hay necesidad de seguir haciendo, pero creo que justamente debe ser al revés; uno se tiene que reinventar todos los días”.
Carla asegura que en su exploración como cantante lo que más disfruta es un show en vivo, en el que busca retomar los espectáculos de cabaret, que solían requerir un montaje muy completo, que se convierte en un reto para cada presentación.
“El show en vivo es el momento cúspide y mágico en el que puedo interpretar y donde ninguna noche estás igual, ya que depende de lo que traes dentro para poder interpretar algo diferente, sin importar de qué hable la canción”.
Finalmente confiesa que luego de una presentación termina en un estado completamente excitado, debido a la gran vibra que recibe del público; “es algo muy especial, incluso es difícil dormir después porque debe asentarse un poco la energía”.
