Bárbara (Fabiola Campomanes) y Leo (Higo Catalán) son una pareja aparentemente estable que viven una vida sexual plena, pero luego de participar en el “juego de las llaves” y decidirse a intercambiar parejas, abren la puerta para un mundo insospechado.
Es así como Carmen, una sexy institutriz entra en sus vidas y al controlar firmemente a los hijos de la pareja, Leo la imagina más allá de su labor; fantasía que más adelante se convierte en realidad al entrar en la cama de la pareja.
“La verdad no creo que me viera tan sexy porque aparecía muy vestida, con el cabello recogido y las gafas, pero me sentí muy empoderada porque mi personaje (Carmen) era muy fuerte y estricta”, dice y explica que sentía que en la escena todo partía de ella para que el resto actuara a su antojo.
Incluso abunda que el poder también partía de la idea que de no sólo los niños la obedecerían, sino también los padres, y considera que si el productor vio en ella la capacidad para desarrollar este personaje, seguramente es porque posee esa fuerza.
Asimismo confiesa que sí es capaz de tomar decisiones fuertes. “Estaba en un trabajo en Madrid y después de nueve años decidí romper con todo para irme a Los Ángeles y empezar de cero; me considero alguien muy independiente”.
Con respecto a la química en escena, donde compartió con Fabiola y Hugo, dice que siempre se sintió en confianza con sus compañeros. “era muy campechano y con un ambiente muy familiar; nadie se consideraba como ‘estrella’ y me hicieron sentir como en casa”.
En el ámbito personal, Helena comparte que su manera de ver y vivir las relaciones es más tradicional; “yo soy de pareja estable, pero el haber estado en esta serie, me ha abierto mucho más la mente, por lo menos a la posibilidad de hablarlo y exponerlo”.
Por otra parte, identificó el tema swinger como una vía para romper con la establecido, “porque al final hay que hacer lo que funciona para ti y tu pareja, más allá de las reglas establecidas”.
Explica que, desde su perspectiva, el mensaje de la serie es de libertad porque “sólo hay una vida y si hay otra, la verdad no nos acordaremos, entonces no hay que restringirse a una sola cosa, persona o idea”.
Actualmente Helena vive en Estados Unidos y dice que de acuerdo a los datos que arroja la serie, al inicio de cada capítulo, se da cuenta que la realidad va más allá del tradicionalismo con el que ella concebía a México.
“Parece que las ideas se están abriendo a partir de las redes sociales y la apertura económica porque las mujeres ya son más independientes y no tienen que esperar sustento de su pareja”, cuestión que permite que el mundo cambie.
Finalmente sobre la posibilidad de entrar al “juego de las llaves” dice que dependería de la situación, tomando en cuenta también a la pareja porque considera que debe existir una base muy fuerte; “depende de cada caso y de cada uno”, finaliza.