La actriz, bailarina y cantante Kika Edgar, además de regresar este año a la pantalla chica con el estreno de la segunda temporada de La Reina del Sur, celebra su papel protagónico en la película “Flor”, donde se visibilizará el asesinato de una mujer transgénero en los años cincuenta, y las acciones implementadas por el gobierno mexicano para borrar su caso de la historia.
En entrevista con DIARIO DE QUERÉTARO, la también actriz del musical “Mentiras”, confiesa que tuvo que salirse de este proyecto el año pasado, para poder formar parte de este película y de “La Reina del Sur”, cuyas grabaciones fueron realizadas en Francia, Italia, Rusia, Estados Unidos, Canadá, México y Colombia.
“Se está abriendo el mundo de las producciones a los actores, eso amplía el rango de trabajo, no solo en México sino en todos los países. Nosotros (los artistas) vamos de la mano con los cambios, con la tecnología, con la nueva forma de ver a la industria cultural; claramente ha habido un cambio radical que te empuja a cambiar”, asegura la tamaulipeca, quien a propósito de esta revolución tecnológica y cultural, señala que las transformaciones también han ocurrido en el plano ideológico.
A la par de su participación en “La Reina del Sur”, donde dará vida a Genoveva Alcalá, una periodista “con valores y ética (…) enamorada de Epifanío Vargas (Humberto Zurita)”, participa en el que será su primer proyecto cinematográfico de corte social.
“La filmamos el año pasado. Fue un gran reto superado bajo la dirección de Gertz Manero (primer fiscal General de la República) y la fotografía de Tonatiuh Martínez (…) Se trata de un asesinato muy controversial en los años cincuenta, y es fuerte, sobre todo por cómo devela la corrupción y los malos manejos de la policía en aquellos años, y de los riesgos que corrían las personas transgéneros al hacerse un cambio de sexo”, detalla la tamaulipeca, quien en la charla destaca la relevancia cultural y social de este proyecto, pues todavía “hay mucho que hacer en cuanto a la inclusión y los derechos humanos. Aunque hay mucho puntos que todavía no tenemos claros, lo que es evidente es que hay mucho trabajo por hacer para que todos los derechos se hagan efectivos, tanto para los transgéneros y transexuales, como para toda la comunidad. Aunque es un tema bastante polémico, hay que afrontarlo porque somos seres humanos. Yo estoy clarísima de que amor es amor, love is love y hay que respetar”.