Fue en 1957 cuando Alberto Cortez comenzó a ganarse un lugar dentro de la música, convirtiendo sus letras en parte de las historias que escribieron varias generaciones. Dentro de la gira “Un corazón sin distancia” el cantautor argentino regresó a México para revivir cada uno de esos recuerdos a través de su música. En su parada en Querétaro logró congregar a cerca de 2 mil personas en el auditorio Josefa Ortiz de Domínguez.
Pasadas las 21:00 horas, en el Josefa yacían algunas personas que en sus asientos esperaban con ansias al cantautor. El escenario era sencillo, únicamente un piano de cola, un sillón blanco, un atril y cientos de flores, no necesitaba más para crear una cálida atmosfera.
Tras una breve introducción instrumental, Cortez apareció en el escenario, apoyado por aparatos médicos y una persona que lo ayudaba a caminar; nada importó y el público necesitó de unos instantes para ponerse de pie y recibirlo con una oleada de aplausos. “¡Te amamos, Alberto!” fueron algunas de las palabras que le dedicaron al cantautor.
Agradecido y con cierto ánimo de bromear, agradeció a todos los presentes y prometió una noche de recuerdos en la que interpretaría cada una de sus canciones, bromeó sobre el atril que estaba a su lado. “Siempre me gustó y me obstiné a escribir poemas y canciones largas, hoy no me queda de más tener mis notas”, dijo.
“A mis amigos” fue la primera canción que interpretó, le siguió “Mariana”, y así, una tras otra, sin pausa alguna siguió. Fueron pocos los silencios, pues compartió anécdotas que acompañaron a las canciones o alguna que la inspiró, a cambio risas y aplausos, eran las demostraciones que el público daba.
En ocasiones llegó a disculparse porque perdía el ritmo de la canción, incluso algunos temas los volvió a repetir, pero el público no se molestó, al contrario, lo llenaba de aplausos.
Tras más de una hora y media de concierto en la que también sonaron “En un rincón del alma”, “Cuando un amigo se va”, “Callejero”, “Mi árbol y yo”, “A partir de mañana”, “Te llegará una rosa”, “Castillos en el aire”, “El abuelo”, entre otros, Alberto Cortez se despidió del público. Sin embargo, ya de pie y entre muchos aplausos, comenzaron a pedir una más y el cantautor argentino cedió, cerrando así esta velada.