Bajo el nombre de "Sesiones Trovafest", Édgar Oceransky y Diego Ojeda traspasan el espacio- tiempo de este festival para invitar al público a un concierto íntimo donde la química de estos dos trovadores tomará el escenario de la Glotonería, el próximo jueves 27 de febrero en punto de las 20:30 horas.
Oxígeno es el título del proyecto que surge de la complicidad y la inspiración conjunta. “El título se debe a nuestros nombres Ojeda más Oceransky, pero también cobró significado, tanto que así se llama una de nuestras canciones”, detalla Diego.
Asimismo abunda sobre otro tema que le da título al disco "Maldita vocación", que espera, sea el primero de varias colaboraciones. “Todas las canciones las compusimos en el estudio de grabación de Édgar, aquí en Querétaro y una en especial para nosotros –a piano y voz– habla de esto a lo que nos dedicamos y que tanto amamos, pero que en ocasiones se hace un poco cuesta arriba, sobre todo el pasar tanto tiempo fuera de casa”.
Al respecto, Ojeda agrega que la fórmula que les permitió crear este álbum, que lo mismo suena a ritmo de bolero, ranchera, balada y hasta rap, es la capacidad de ambos de admirar la belleza donde se presente, además de la sensibilidad. “Compartimos mucho en lo profesional y lo personal, además de nuestro sentir sobre diversas cosas de la vida. En lo musical lo que tenemos en común es que contamos las cosas desde un lugar muy parecido, eso hace que a mí me resulte muy familiar cantar las canciones de Édgar y que me sienta tan cómodo, y a él le pasa lo mismo”.
En tanto, Édgar aclara que está química de verdadera amistad se debe a que no hay una suma de dos personalidades; “las cosas se potencian y se combinan y eso aplicado en el escenario transforma lo que hacemos de manera solitaria; por ejemplo nuestras voces se complementan aunque no pensemos en qué parte vamos a cantar, simplemente nos dimos cuenta que eso surgía de una manera que no puedes preparar”.
Como si se tratara de inyectarle oxígeno y brindarle un nuevo aire a su arte, Oceransky aclara que este espacio –compartido– le permite sentirse en otro lugar de su carrera. “Me puede llegar a pasar, después de muchos conciertos, sentir que me va a costar, pero de repente empezamos a cantar juntos y me renueva el repertorio, porque la mitad de las canciones son de Diego y viceversa”.
Además Édgar asegura que la experiencia le permite renovarse, mientras que para Diego representa una manera de refrescarse, para así encontrarse con emociones diferentes cuando retoma el escenario en solitario. “Somos artistas que estamos en el escenario casi cada fin de semana y a veces uno puede cansarse hasta de uno mismo, entonces es sano irse a otro lugar y empaparse de algo nuevo”.
Finalmente Oceransky invita al público a ser parte de este concierto, que además de calificar como “emotivo y explosivo” permitirá escuchar las canciones pero con otra perspectiva. “Vayan a descubrir de nuevo a los artistas que ya les gustan y que además se descubran a sí mismos en las canciones nuevas que van a escuchar; la gente hace un click con estos temas porque se ven a sí mismos a través de un espejo que nosotros ponemos”.
Con “Maldita vocación”, que vio la luz en septiembre, la mancuerna emprendió una gira que inició en ciudades de México como Monterrey, Guadalajara y Puebla. Ya en 2020 llegaron a España y luego de pisar Querétaro, planean arribar a Centroamérica.
