Nacidas en medio de la protesta social y la lucha feminista, Pizarnikas surge en la escena queretana como una banda de mujeres, quienes interesadas en visibilizar y hacer sonar más fuerte las voces de las otras, han encontrado en la música una nueva trinchera.

Movidas por el deseo de diversificar el medio musical, y de llevar nuevos mensajes a las audiencias, el ensamble conformado por María José “Majo” Saenz (voz), Ana Zurita (guitarra), Ilse Cervantes (teclado), Paulina Damián “Pay” (batería) y Mariana Ruiz (guitarra) estrenarán hoy, a través de su página oficial de Facebook (@pizarnikjazz), su primer sencillo “Mujer inconveniente”.

En entrevista con DIARIO DE QUERÉTARO, Pay detalla que se trata de un cover de la cantautora argentina Liliana Felipe, que han trasladado al blues y swing para darle un toque más sensual y reforzar así la idea de fondo: “una mujer inconveniente que vive su sexualidad como ella quiere (…) que gusta de su vida, de su cuerpo (….) Habla de una mujer que dice que no quiere ser solamente una amante, no quiere ser solamente un adornito; quiere ser justamente aquella mujer que es inconveniente por externar lo que piensa”.

En ese sentido, argumenta, las Pizarnikas son un ensamble que busca generar nuevos referentes de lo que es ser mujer, anteponiéndose a los estereotipos y prejuicios que predominan en la industria musical.

“No es propio de la música, la misoginia (…) por ello nosotras queremos tomar estos espacios, y no sólo para dar un mensaje, también para divertirnos”, afirma.

Inicios

Pizarnikas se consolidó a principios de este año, en respuesta al elevado número de feminicidios y agresiones sexuales contra las mujeres en el país. Fue en enero cuando Majo y Pay convocaron a otras instrumentistas a través de redes, y en seguida mujeres “con el corazón puesto en el mismo lugar que nosotras” –asegura Majo–, respondieron positivamente a la iniciativa.

Unidas por el activismo, las también profesionales del derecho, la psicología, ciencias políticas, sociología y música, se agruparon y decidieron rendir homenaje con su nombre a la poeta Alejandra Pizarnik, buscando visibilizar a las mujeres en la historia, sobre todo a las artistas latinoamericanas de todos los tiempos.

“No sólo se nos ha invisibilizado, se nos trata de musas… así que abrirnos paso en el escenario también es político (…) pues somos mujeres haciendo una apuesta política por la libertad y por la creatividad”, señala la vocalista.

Asimismo a través de diversos géneros musicales como jazz, blues, rock, pop y rap, han interpretado covers de Mora Navarro y Gata Cattana.

Tomando los escenarios

Además de sumar a esta genealogía musical, Pay destaca la importancia de que cada vez más ensambles femeninos tomen los escenarios, para así demostrar que las mujeres no sólo pueden ser vocalistas, coristas o instrumentistas, sino también conformar una banda, aún con las condiciones socioculturales a las que se enfrentan por su identidad de género.

“No es muy común ver bandas de puras mujeres (…) y yo creo que se debe a que –y eso ya lo han dicho algunas de mis compañeras–, es muy demandante estar en una banda y atender a la par las condiciones que cada una tiene: Majo y la guitarrista son mamás, por ejemplo, entonces también tienen que atender a sus bebés (…); ha sido difícil en ese aspecto, es ahí donde se nota que las mujeres, mientras tratan de estar en una banda, al mismo tiempo tienen que poner mucha atención en su vida privada. He visto bandas conformadas por hombres que tienen hijos, y en general no he escuchado que alguno de ellos diga: ‘ah!, no puedo tal fecha o tal hora porque tengo que cuidar a mi hijo’, o que lleven a sus hijos a los ensayos, y aquí sí ocurre eso”, asevera la baterista.