Alrededor de 2 mil 700 personas se embarcaron en un viaje hacia el pasado de la mano de la Orquesta Filarmónica del Estado de Querétaro (OFEQ) y el grupo Dynamo, quienes ofrecieron el show Soda Sinfónico la noche del jueves, con el que rindieron tributo al grupo de rock argentino Soda Stereo.
Minutos antes de las 21:00 horas se escucharon los primeros acordes de Juego de Seducción, tema que fue reconocido de inmediato por los presentes. El público, compuesto en su gran mayoría por personas de entre 30 y 40 años, comenzó con una reacción tímida, las pocas expresiones eufóricas que en un principio se asomaron, fueron reprimidas por miembros de la propia audiencia, quienes buscaron guardar las formas y protocolos de un concierto típico de la Filarmónica.
Sin embargo, este no era uno de esos recitales, el público fue perdiendo de a poco la timidez. Las peticiones y coros del respetable fueron surgiendo en el transcurso de la noche.
Hombre al agua y Un millón de años luz siguieron, en esta última aparecieron las palmas del público, estimuladas por el vocalista de Dynamo, Elías Torales.
A partir de entonces las formas se establecieron como en un concierto de rock; la euforia, los coros del público, así como la batería y las cuerdas eléctricas de la guitarra y el bajo se impusieron.
Cuando pase el temblor y Canción animal apelaron a la nostalgia del respetable. Signos y Fue “le dieron la vuelta al disco”, el show dio espacio a los lados B. Entre caníbales y Corazón delator volvieron a entusiasmar al respetable, quienes acompañaron los coros de estos temas.
El momento triste llegó con Té para tres, dedicada para Juanjo, un amigo de los integrantes de Dynamo que recién había fallecido. Trátame suevamente, Cae el sol y Prófugos siguieron, esta ultima con un remate de la canción Love is in the air, de John Paul Young.
El director de la OFEQ, Ludwig Carrasco, salió del escenario y con él la orquesta se dio un descanso. Nada personal fue interpretada entonces con los integrantes de Dynamo: Martín Rosales, bajo; Salvador Velarde, guitarra; Julián Manzo, batería; Emerson Irurzo, teclados y Solana Carrera, en los coros.
La orquesta volvió con Persiana americana, haciendo gala de su sección de cuerdas, después vino En laciudad de la furia, con la que se anunció el falso final.
Regresaron para ofrecer más con Música ligera, con la que recordaron a Daniel Sais, tecladista de Soda Stereo, quien murió el pasado martes.
“Daniel iba a venir. Estuvo el espectáculo Soda eterno hace poco y al enterarse de este sinfónico expresó su interés de regresar a Querétaro, pero se nos adelantó. Un aplauso al vuelo”, expresó Torales a manera de homenaje.
Tras la insistencia del respetable, la OFEQ y compañía ofrecieron una canción más, “se nos acabaron las de Soda, pero tenemos esta de Cerati”, así presentó el vocalista el tema de Crimen, incluido en el álbum en solitario de Gustavo, titulado Ahí vamos (2006), con el que cerraron de manera definitiva la velada.
