El adulto mayor es una persona vulnerable, que se considera socialmente improductiva y cuyos derechos humanos no son respetados en el país, precisó Karla Elizabeth Mariscal Ureta, jefa de Posgrado de la Facultad de Derecho (FD), de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Esto a partir de su investigación enfocada hacia el tema de los adultos mayores y que se publicó en el libro "Vulnerabilidades y desafíos. Nuevas formas de envejecer desde el desarrollo" coeditado entre Ediciones Navarra y la Editorial UAQ.
La investigadora comentó que en México no existe una infraestructura diseñada para el adulto mayor, lo que ocasiona que no se le procuren los espacios ni cuidados adecuados, por lo que son relegados dentro del ámbito familiar.
“Los encasillamos en roles, no les permitimos interactuar entre ellos e inclusive advertimos como inexistentes sus necesidades socioafectivas o sexuales, porque pensamos que en la vejez ya es nula esa cuestión y no es así”, apuntó.
Explicó que jurídicamente un adulto mayor en México es aquella persona mayor de 60 años, situación que genera análisis por la amplia diversidad que implican las edades, ya que cada una tiene una situación diferente.
Esto ha ocasionado que los desafíos y vulnerabilidades sean distintas, se potencialicen y se amplíen, ya sea por su situación de pobreza, edad, esquema de salud, condición étnica, etcétera.
“Por ejemplo, en materia de salud pública, las necesidades de los adultos mayores de una región cambian a la de otra, el mismo caso sucede entre lo que requiere quien es varón frente a quien es mujer. Nuestros esfuerzos buscan resaltar la importancia de advertir esa diferencia”, declaró.
Asimismo, comentó que las principales desventajas a las que se enfrentan los adultos mayores es el tema laboral, situación que se vislumbra cotidianamente al ver personas de este rango en servicios y empleos.