Adultos mayores de diversos asilos en la capital empiezan a presentar problemas de depresión, debido a que no pueden ser visitados por sus familiares a causa del Covid-19, además de que se han ajustado las medidas de prevención por ser considerados población en riesgo.
Aunque muchos no alcanzan a dimensionar los alcances de la pandemia, los encargados de asilos y casas de retiro aplican medidas de prevención que terminan aislando en cierta a medida a los abuelitos.
Elizabeth Ugalde Álvarez encargada del área operativa del asilo San Sebastián reconoció que hasta el momento no se han registrado casos de contagios, ya que aplican protocolos de prevención y limpieza de manera constante.
“Gracias a Dios nos ha ido bastante bien, algunas empresas, dependencias, personas de la sociedad civil nos han apoyado con despensas, artículos de limpieza, cosas que se requieren del día a día, y los adultos mayores o personas mayores que viven aquí están bien, no hemos tenido ningún contagio ni de empleados ni de adultos mayores hasta ahora”.
Reconoció que aunque trabajan a puertas cerradas, se redujeron las visitas, pues de los 36 adultos mayores que albergan por lo menos la mitad tienen familia y son frecuentemente visitados, pero como medida de prevención se redujo el horario de visitas a dos por la mañana y dos por la tarde, por espacios de media hora y con una mica protectora para evitar el contacto físico.
“Tenemos una semana permitiendo algunas visitas, era algo que no se podía prever esto el Covid, la depresión, la tristeza, el abandono en el que creen que están porque muchos de ellos no alcanzan a dimensionar la cuestión de la contingencia, de la pandemia que estamos viviendo, entonces hemos permitido algunas visitas a través de un acrílico que tenemos”.
El asilo San Sebastián es de las instituciones que más actividades realiza para concientizar a la sociedad sobre la situación de los adultos mayores, con programas como “Miércoles de Café”, “Ven y Baila con un Abuelito”, juegos de mesa y diversas dinámicas de convivencia que por la pandemia tuvieron que ser suspendidas.
“Tenemos cuatro meses encerrados, somos el personal operativo porque se mandaron a descansar personas de 60 años o con enfermedades crónicas, los que estamos laborando tenemos que hacer las actividades, esto nos reduce el tiempo que pudiéramos dedicarles a ellos para escucharles, para platicar y eso aumenta también esta parte de sentirse abandonados”.
Pedro Jaimes Carbajal, director del Centro Geriátrico Sinank´ay, ubicado en Jurica, coincidió en la importancia del tema emocional de los adultos mayores, pues el aislamiento provoca incertidumbre en los adultos mayores.
“Como trabajadores de la salud, hemos observado que muchos abuelitos en sus casas están padeciendo el aislamiento social debido a esta situación, por lo que aconsejamos a las familias les llamen por teléfono o videollamada y que los visiten con todas las medidas de seguridad recomendadas por las autoridades”.
Indicó que temporalmente se han restringido las visitas a los familiares y se tienen todas las medidas restrictivas que han establecido tanto la Secretaría de Salud y el Instituto Nacional Para las Personas Adultas Mayores (INAPAM), este último ha publicado el Protocolo Operativo de Contingencia en Centros Gerontológicos de Estancia Permanente por la Alerta Epidemiológica por Coronavirus, publicado el mes de abril.
“Nuestros abuelos necesitan contacto físico y atención afectiva, esta situación les ha afectado alejándolos de sus seres queridos, por lo que hemos desarrollado técnicas que les permitan sentirse apreciados, en Sinank’ay ellos realizan actividades lúdicas, como juegos colectivos, actividades de socialización, terapia ocupacional y de desarrollo emocional”.
El asilo Divina Providencia, a cargo de la hermana Ma. Del Socorro Mora atiende a 50 adultos mayores también suspendió temporalmente las visitas, además por el momento no están recibiendo adultos mayores para evitar exponerlos a algún contagio y se mantienen en monitoreo por el DIF municipal y estatal, además de la Secretaría de Salud.
“Aquí quienes tienen familiares se les abre la puerta y desde lejos los pueden ver, tenemos una división a la entrada para poder saludarlos de lejos, pero hay otros que no tienen familia y se les pone más atención para evitar algún problema de depresión”.
