El presidente municipal de Querétaro, Luis Nava Guerrero, y su esposa Arahí Domínguez, acompañaron al Monseñor Martín Lara Becerril, Vicario General de la Diócesis, en la presentación del Altar de Dolores que se expondrá esta semana en el Jardín Guerrero, del Centro Histórico.
"Somos lo que somos en Querétaro porque sabemos de dónde venimos, reconocemos nuestra historia y también nuestras tradiciones. Somos lo que somos, además, porque vemos en nuestras tradiciones una manera de fortalecer los lazos de las familias, de la comunidad, por eso es tan importante el fomento de nuestras tradiciones", dijo.
Luis Nava agradeció la participación de la Delegación Municipal y la coordinación del Consejo de Barrios, para volver a vivir las tradiciones, que derivado de la pandemia se tuvieron que suspender y hoy podemos disfrutarlas nuevamente.
El alcalde invitó a la ciudadanía a participar responsablemente y conocer los detalles que integran el Altar de Dolores en el Jardín Guerrero, retomando todas nuestras tradiciones.
Los asistentes recibieron la tradicional capirotada, pan de agua y arroz con leche, además de aguas de limón con chía, jamaica y horchata que se reparten en esta época del año, y representan, como explicó la directora de Santiago Cultural Querétaro, Lilia Álvarez Domínguez, las lágrimas amargas de la Dolorosa.
La tradición de los Altares empieza en el Siglo XIII y es trasladada a España en el Siglo XVI, para después ser llevada a la Nueva España.
Visitantes podrán apreciar elementos como el color morado que simboliza el duelo, la imagen de la Virgen de los Dolores, papel picado, naranjas agrías representando el dolor de la Virgen María, trigo germinado que simboliza a Jesús como pan de vida, banderillas doradas que representan la resurrección, manzanilla que simboliza la eucaristía como fortaleza para vida eterna, flores blancas y moradas, aserrín que recuerda el madero de la cruz, y cirios y velas que reflejan la luz de Cristo.