Otras áreas protegidas cercanas a la Sierra Gorda también registraron avistamientos de osos negros en solitario, confirmó el biólogo Miguel Ángel Cuellar, director de la Reserva de la Biósfera quien hizo un llamado a la población a proteger esta especia que no representa riesgo toda vez que no es un animal agresivo.
Señaló que zonas como el Parque Nacional Los Mármoles, en el estado de Hidalgo; la reserva de Guanajuato y la Reserva de la Biósfera El Cielo en Tamaulipas también han registrado avistamientos de oso negro, y más al norte como en Nuevo León y Coahuila, históricamente ha tenido presencia de estas especies.
“Sí tenemos por ahí registros de otros compañeros que también trabajan para la Comisión de Áreas Protegidas, por ejemplo el Parque Nacional Los Mármoles que está muy cerca de la reserva del lado sur; también ya se tiene un registro algo histórico más allá de la reserva de la biosfera de El Cielo en Tamaulipas y luego más al norte desde luego las poblaciones ya digamos residentes y comprobables de Nuevo León y parte de Tamaulipas y Coahuila”, afirmó Cuéllar.
Indicó que la imagen captada por el Grupo Ecológico Sierra Gorda es una buena noticia, ya que confirma que todavía existe presencia de estas especies en la zona y obliga a pensar en estrategias de conservación, porque no solo se trata de la Reserva de la Biósfera de la Sierra Gorda, sino también de los territorios aledaños de San Luis Potosí, Hidalgo y Guanajuato.
En este contexto, reiteró que en cada una de las imágenes captadas solo se ve a un individuo de la especie, por lo que no se puede hablar de un grupo de ellos, sino que se trata de osos en solitario que caminan en busca de alimento y comúnmente se trata de machos.
Ante estos avistamientos, el biólogo hizo un llamado a la población para reflexionar sobre la necesidad de proteger las especies, ya que en el caso del oso negro se trata de un animal que no es agresivo y tiende a esconderse, por lo tanto no representa peligro para la población.
“Tenemos que llevar a la gente a esa reflexión de la protección de las especies, porque realmente el oso negro no es una especie agresiva, no suele agredir a la gente, no es como el oso gris que sí agrede, pero el oso negro es más pasivo, más evasivo, tiende a esconderse y tiende a no agredir a la gente entonces no significa un peligro”.
Añadió que tienen que pensar estratégicamente en conservar los corredores que conectan estos territorios, conocer los sitios que utilizan este tipo de especies, no sólo de presencia, sino del estudio de su hábitat, para mantenerlo y preservar el caminar de estos y otros animales que transitan por la Sierra Gorda.