Josefina se despierta desde la madrugada para ir por su equipo de limpieza y comenzar a barrer las calles de la ciudad de Querétaro; una labor que al mediodía se vuelve cada vez más complicada, bajo el sol, soportando temperaturas de hasta 37 grados, de forma directa.

La ola de calor que azota a Querétaro y el país hace que ciertos trabajos, principalmente en los que las personas están a la intemperie, sean cada vez más difíciles, al exponerse a los rayos UV de forma directa.

Tal es el trabajo de aquellos quienes diariamente recogen las calles, los que están expuestos al sol, dada las condiciones del propio trabajo, por lo que Josefina busca protegerse.

"Tengo siete años aquí y pues sí está difícil el sol, ahorita a plena hora luego buscamos sombrita y le damos un cachito a limpiar por aquí. Por eso usamos la gorra, las camisas de manga larga, para que no nos pegue".

Madre de dos menores, Josefina explica que, aunque hace su trabajo con orgullo y esfuerzo, sí llega a estar cansado, sobre todo a partir del mediodía, lo que, dijo, se vuelve "un infierno".

"Está una sude y sude, y ya nada más tomamos algo de agua; la gente es considerada, hay quienes nos dan una botella o los mismos chavos que venden en las esquinas nos regalan de lo que venden".

Usa bloqueador solar, lleva su litro de agua, gorra y se cubre, aunque sude, para evitar los rayos del sol. Suele trabajar las ocho horas, incluso un poco más, y cada día, al llegar a casa, refiere descansa con un baño, para al otro día volver a estar en el calor.

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"Pues ya estamos acostumbradas a fregarle, no hay de otra, y me gusta mi trabajo, nada más que el sol, por eso hay que venir bien preparada para que después no nos dé alguna enfermedad en la piel o nos salgan verrugas".