/ viernes 22 de abril de 2022

Bucareli una misión serrana poco conocida

Entre lo más profundo de las montañas, la edificación muestra las labores de evangelización de los primeros pobladores de la región

La ruta de las Misiones de la Sierra Gorda queretana es conocida por su atractivo turístico, pues a través de las edificaciones religiosas es posible conocer la historia del estado; no obstante, una poco conocida es la Misión de Bucareli, ubicada en la comunidad que lleva el mismo nombre en el municipio de Pinal de Amoles.

La fundación data de 1775 y estuvo a cargo de Fray Juan Guadalupe de Soriano que aprendió a hablar pame y jonas para llevar a cabo las labores de evangelización con los primeros pobladores de la región.

La misión contó con el financiamiento del virrey Antonio de Bucareli, por lo que en su honor se nombró así a la comunidad que hoy habitan poco más de 270 personas. “esta misión es más antigua que el ex convento”, refirió María Bartola Yáñez, encargada de la administración de la capilla.

De acuerdo con los registros históricos, se cree que Fray Juan Guadalupe de Soriano tenía planeado construir una capilla más en el municipio de San Joaquín, no obstante, solamente se concretaron las edificaciones de la capilla y el ex convento de Bucareli.

Actualmente, la administración está a cargo de la parroquia de Pinal de Amoles y es a través de las donaciones que le dan mantenimiento a las instalaciones de ambos inmuebles, tratando de conservar lo más posible la infraestructura original.

La construcción del ex convento comenzó en 1866 y estuvo a cargo de Fray Mariano Aguilera, que siguió la ruta de la misión y construyó una pequeña sacristía que no logró concluir; a finales de 1890 llegaron cinco frailes de Michoacán y terminaron el primer patio.

Franciscanos ocuparon las instalaciones de ex convento de Bucareli, del que hoy solo quedan vestigios. /Foto: Yolanda Longino | Diario de Querétaro

Las ruinas del ex convento contrastan con la viveza de la misión, pues sus colores sepia se oponen a los amarillos y rojos de la pequeña capilla al centro de la comunidad. Los franciscanos ocuparon las instalaciones de manera intermitente y no concluyeron del todo el proyecto.

Quizá la misión de Bucareli sea la menos conocida pero también forma parte de los proyectos de evangelización franciscanos que se desarrollaron en la sierra gorda queretana y aún hoy, se trata de la que se encuentra en lo más profundo de las montañas.

Siguiendo la ruta de los misioneros franciscanos es posible conocer las edificaciones ubicadas en Concá, Jalpan, Landa, Tilaco y Tancoyol; en la estética de las construcciones de finales del siglo XVII destaca la fusión de elementos de la cosmovisión indígena con la católica.

La ruta de las Misiones de la Sierra Gorda queretana es conocida por su atractivo turístico, pues a través de las edificaciones religiosas es posible conocer la historia del estado; no obstante, una poco conocida es la Misión de Bucareli, ubicada en la comunidad que lleva el mismo nombre en el municipio de Pinal de Amoles.

La fundación data de 1775 y estuvo a cargo de Fray Juan Guadalupe de Soriano que aprendió a hablar pame y jonas para llevar a cabo las labores de evangelización con los primeros pobladores de la región.

La misión contó con el financiamiento del virrey Antonio de Bucareli, por lo que en su honor se nombró así a la comunidad que hoy habitan poco más de 270 personas. “esta misión es más antigua que el ex convento”, refirió María Bartola Yáñez, encargada de la administración de la capilla.

De acuerdo con los registros históricos, se cree que Fray Juan Guadalupe de Soriano tenía planeado construir una capilla más en el municipio de San Joaquín, no obstante, solamente se concretaron las edificaciones de la capilla y el ex convento de Bucareli.

Actualmente, la administración está a cargo de la parroquia de Pinal de Amoles y es a través de las donaciones que le dan mantenimiento a las instalaciones de ambos inmuebles, tratando de conservar lo más posible la infraestructura original.

La construcción del ex convento comenzó en 1866 y estuvo a cargo de Fray Mariano Aguilera, que siguió la ruta de la misión y construyó una pequeña sacristía que no logró concluir; a finales de 1890 llegaron cinco frailes de Michoacán y terminaron el primer patio.

Franciscanos ocuparon las instalaciones de ex convento de Bucareli, del que hoy solo quedan vestigios. /Foto: Yolanda Longino | Diario de Querétaro

Las ruinas del ex convento contrastan con la viveza de la misión, pues sus colores sepia se oponen a los amarillos y rojos de la pequeña capilla al centro de la comunidad. Los franciscanos ocuparon las instalaciones de manera intermitente y no concluyeron del todo el proyecto.

Quizá la misión de Bucareli sea la menos conocida pero también forma parte de los proyectos de evangelización franciscanos que se desarrollaron en la sierra gorda queretana y aún hoy, se trata de la que se encuentra en lo más profundo de las montañas.

Siguiendo la ruta de los misioneros franciscanos es posible conocer las edificaciones ubicadas en Concá, Jalpan, Landa, Tilaco y Tancoyol; en la estética de las construcciones de finales del siglo XVII destaca la fusión de elementos de la cosmovisión indígena con la católica.

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