Calor ¡de locos!

por Iris Mayumi Ochoa Herrera

  · miércoles 6 de junio de 2018

El calor extremo provoca alteraciones químicas en el cerebro que provoca disminución de la atención y la memoria, así como una mayor irritabilidad. Foto: Miriam Martínez

Las altas temperaturas pueden provocar alteraciones en la atención, concentración y la memoria de las personas, así como irritabilidad y agresividad, aseveró el psicólogo clínico adscrito al Hospital General Regional número 1 del IMSS, Juan Carlos García Ramos, quien dijo que esto se debe a diferentes modificaciones en la producción de químicos a nivel cerebral que son los que provocan cambios psicológicos.

Explicó que además de las modificaciones fisiológicas que el cuerpo experimenta ante las altas temperaturas, se comienzan a dar cambios en la producción de los químicos a nivel cerebral, esto al haber un exceso de oxitocina que se va liberando y que provoca un incremento de respuestas impulsivas y que unido a la sensación fisiológica y corporal por las altas temperaturas, vuelve a las personas irritables.

“Estos químicos básicamente son los que nos generan cambios psicológicos que tienen que ver con las alteraciones en cuanto a la atención, concentración y memoria, porque hay un exceso de oxitocina que se va liberando y nos hace más propensos a una respuesta impulsiva emocionalmente y de comportamiento como si nos estuviésemos defendiendo de una situación que nos resulta peligrosa o amenazante, que al no poderla identificar claramente y en la convivencia con las demás personas unido a la sensación fisiológica y corporal que tenemos de la alta temperatura, nos vuelve irritables, gruñones y una sensación de desagrado en el ámbito social”, señaló el psicólogo clínico del IMSS.

Reconoció que esta situación es más frecuente en los adultos y generalmente más relacionado con los hombres, toda vez que la misma producción de testosterona y oxitocina genera comportamientos más irritables, además de que por las cuestiones climatológicas se generan iones negativos en el medio ambiente que en las altas temperaturas genera mayor irritabilidad.

“Por ejemplo, un automovilista que va manejando a las tres de la tarde en una temperatura de más de 30 grados, se le atraviesa otro coche y ante la irritabilidad que presenta, empieza a gritar y agredir al otro conductor, hasta ese grado puede llegar la poca tolerancia que se adquiere por el calor”, agregó.

Dijo que si bien no hay una incidencia de que a más calor se genere mayor irritabilidad o agresividad, existen teorías sociológicas que señalan que los países más cálidos y calurosos históricamente han sido más violentos e irritables, pero es algo que no está comprobado.

“Es una reacción natural y normal que se manifiesta en diferentes niveles y tiene que ver con el carácter o tipo de personalidad de las personas, no es una incidencia de que a más calor nos vamos a volver más locos o irritables, si esto fuese así los lugares donde las temperaturas están a más de 40 grados habría más violencia, aunque hay teorías sociológicas que hablan de que los países con las zonas más cálidas, calurosas, históricamente han sido más violentas irritables, pero también en la parte del norte ha habido historias violentas”, agregó.

Por último, el especialista mencionó que entre más calor se tenga, menor cantidad de oxígeno es aprovechado por el cuerpo, lo que a su vez provoca una demora importante para pensar y tomar decisiones, además de que se tiene una sensación de letargo, dolor de cabeza y disminución de la memoria y la atención.