Como ocurre cada tercer domingo de diciembre, llamado de “Adviento”, decenas de mujeres acudieron a la Catedral para orar que, al igual que el de la Virgen María, sus embarazos lleguen a buen término y provoquen que la Diócesis de Querétaro cuente con más integrantes.
El laico Rogelio Acosta Castillo, encargado de la Dimensión Diocesana de la Vida, acudió a la puerta del recinto con una maqueta en la que se mostró el desarrollo que el feto registra durante cada etapa de gestación.
Sostuvo que cada año son tres mil personas las que se impactan con la labor de la Dimensión, que estableció su oratorio de manera fija en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, mejor conocida como templo de “Santa Clara”.
“Nos hemos dado cuenta que hay mucho desconocimiento de las etapas desde que el bebé es concebido, que ya es un ser humano, que debe ser protegido por todos, inclusive por las mismas leyes, y que vean que a las 12 semanas ya es un bebé completamente formado, con sus pies, con sus manitas, con su corazón”.
Dijo que son seis años que la Dimensión labora de manera autónoma, con diversas actividades para las parroquias, esto a través de sus diferentes grupos.
“Tenemos un promedio de más de tres mil personas a las que se atienden en el transcurso del año, todos los segundos viernes del mes tenemos una actividad aquí, precisamente en la parroquia del Sagrado Corazón, para pedir por todos los bebés, y sobre todo por los que están en peligro de ser abortados”.
Ahondó que, de manera adicional, todas las parroquias brindan cursos de capacitación a las mamás, además de darles elementos para que sepan defender la vida con base en los aportes de “todas las ciencias”.
MISA EN CATEDRAL
Lo anterior lo declaró en entrevista posterior a la misa dominical en Catedral, ceremonia en la cual el obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez abordó temas como austeridad, el combate a la corrupción y la protección de la vida.
Al oficiar la misa, Armendáriz Jiménez indicó que el Evangelio de Juan Bautista marca la importancia de compartir los bienes de primera necesidad, no sobornar, no extorsionar y mucho menos utilizar el poder para humillar al otro, pues esa responsabilidad debe ser para cumplir con la labor de brindar seguridad a los demás.
“Es tiempo de ayuno, es tiempo de penitencia, pero todo eso que se hace en este tiempo de Adviento tiene que traducirse en obras, dice Jesús, en obras tan concretas que nos inviten a revisar como es nuestra relación con el prójimo, y con los prójimos más próximos, con aquellos de la familia, con aquellos que viven cerca de nosotros, con aquellos que tienen un contacto cotidiano en nuestras vidas”.
De manera especial pidió por las próximas madres, quienes acudieron para encomendar a Dios el bebé que esperan, a quienes roció con agua bendita.
“Colaboran con Dios en la creación y en el anuncio del Reino con el Evangelio de la vida que llevan en su seno. Qué la esperanza de un parto feliz, como reza la oración de bendición para las embarazadas, sea para cada una de ustedes una esperanza en Dios, Señor y Dador de la Vida”, finalizó.