Tras 50 años de su inauguración, el campus Centro Universitario de la Universidad Autónoma de Querétaro ha trascendido a la vocación educativa con servicios a la comunidad y extensión; hoy alberga programa de nueve de las 14 facultades en sus instalaciones.
Aunque la historia de lo que hoy es la UAQ data de los tiempos en los que llegaron los jesuitas e incluso de lo que fue el Colegio de San Ignacio, fundado en 1680, fue hasta que el exrector José Guadalupe Ramírez Álvarez en mayo de 1972 que comenzó la construcción de lo que hoy es el campus más grande de la universidad.
La carrera más antigua de la UAQ es la de derecho, que inició operaciones en 1918, cuatro años después de la supresión de los colegios civiles que precedieron al Alma Máter queretana, cuando se decretó también la creación de la Escuela Preparatoria de Querétaro.
En 1950 fue que comenzaron los planes de manera formal para construir lo que hoy es la UAQ, luego de que llevara años funcionando en las instalaciones que habían pertenecido al Colegio Civil y antes al templo de Santiago, en el Centro Histórico de la capital queretana. La edificación de cal y canto hoy alberga a la preparatoria abierta y a algunas de las carreras de la Facultad de Filosofía.
El campus Centro Universitario de la UAQ se gestionó por Ramírez Álvarez y fue, precisamente el 8 de diciembre de 1973 que se trasladaron las instalaciones principales al campus que hoy alberga programas de licenciatura, maestría y doctorado, así como las oficinas centrales de la rectoría de la UAQ y de la mayoría de las secretarías que de ella dependen, así como también a los medios universitarios de Radio y Televisión.
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Además de los programas educativos, también se establecieron servicios para la comunidad universitaria y para la sociedad en general, como el Centro de Evaluación Física y Desarrollo deportivo, CEFID, las clínicas Su Salud UAQ, los auditorios, la sala de juicios orales y el auditorio Fernando Díaz Ramírez, que lleva el nombre del exrector que se encargó de concretar la autonomía universitaria que hoy mantiene la institución.
El campus es un pulmón verde para la zona metropolitana y para la capital de Querétaro y aunque especialistas en sustentabilidad han señalado que ahí se encuentran especies no endémicas que pudieran representar mayor gasto de recursos naturales, la captación de contaminantes del aire que desde ahí se hace es fundamental.