El Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), a través del Patronato del Premio Luis Elizondo al Sentido Humano, reconocerá la actividad científica y tecnológica, así como la labor humanitaria y fraterna, realizada por investigadoras e investigadores de prestigio en beneficio del país.
Esto a fin de promover los valores del conocimiento y los altos valores humanos de los ciudadanos de México, además de pretender ser un estímulo de continuidad a los esfuerzos sociales y de investigación de sus postulantes, y una plataforma de apoyo en beneficio de las comunidades mexicanas.
Cabe destacar que las categorías en las que se puede participar son en el ámbito Científico y Tecnológico, dirigida a personas que hayan mejorado la calidad de vida de la comunidad; Humanitario, para personas con una extraordinaria labor humanitaria, y a Agrupaciones Estudiantiles, donde se nominan a alumnos y alumnas de preparatorias y universidades que hayan realizado actos filantrópicos o caritativos.
Los galardonados con el premio recibirán la escultura “Llama de la Humanidad” y un reconocimiento escrito. En específico, el ganador de la Categoría Científico y Tecnológico al Sentido Humano y el de la Categoría Humanitario, recibirán, cada uno, 250 mil pesos. El ganador de la Categoría Humanitario para Agrupaciones Estudiantiles, 60 mil pesos.
La convocatoria estará abierta hasta el 31 de mayo. Para nominar a una persona o institución, se debe acceder a la página del premio (https://premioluiselizondo.tec.mx/), ubicar la categoría en la que se quiere proponer y atender los pasos que ahí mismo se explican.
Este año el patronato espera superar el éxito de la convocatoria 2020, que contó con cerca de 300 postulantes, y aumentar la participación de personas e instituciones nominadas a nivel nacional.
Los ganadores se darán a conocer en octubre y la ceremonia de premiación está programada para el mes de noviembre en el Tec de Monterrey, campus Monterrey.
El Premio Luis Elizondo al Sentido Humano fue instituido en 1967 gracias a una aportación personal realizada por el empresario y filántropo neoleonés, Luis Elizondo Lozano, para promover la labor científica, tecnológica, académica y humanitaria, ya que él mismo trascendió como un actor social relevante gracias a su apoyo a asociaciones, proyectos y obras.