Querétaro es de las ciudades con crecimiento más acelerado en el país. Según datos del INEGI, se registra un aumento de 956,242 habitantes y 304,700 viviendas en 2010 a 1,414,676 habitantes y 498,035 viviendas en 2020, representando incrementos del 47.9% y 63.4% respectivamente. El Observatorio de Ciudades del Tec de Monterrey comprobó que el 45.7% de la vivienda nueva construida entre 2010 y 2020 se erigió en zonas que no tenían ninguna vivienda en 2010. Este consumo excesivo de suelo para la urbanización provoca fragmentación de las áreas naturales mermando su capacidad de proveer servicios ambientales.
El C+Lab del Tec de Monterrey estudia la posibilidad de integrar los principales espacios públicos y áreas verdes para establecer una red de nodos y corredores que incentiven la biodiversidad urbana y mantengan una gestión sustentable del agua. Se plantea la renaturalización de los entornos urbanos, permitiendo la implementación de Soluciones basadas en Naturaleza (SbN), con una visión multiescalar. Las SbN en la ciudad logran la reducción de la velocidad de los escurrimientos y la retención temporal del agua durante eventos atípicos de lluvia, reduciendo impactos negativos potenciales sobre las zonas urbanas bajas y las zonas contiguas a los drenes y escurrimientos pluviales, permitirán filtrar el agua pluvial y fortalecer la biodiversidad, reduciendo además los encharcamientos sobre vialidades mediante intervenciones como jardineras inundables y parques esponja.
Los servicios ecosistémicos que se generan con la renaturalización de Querétaro son multifuncionales, promueven el mejoramiento de la calidad del aire, regulación climática, mitigación de riesgos de inundación, entre otros; pero también, en el ámbito urbano, reducen los efectos de islas de calor y ofrecen servicios culturales y recreativos que, a su vez, aportan a los retos sociales, económicos y medioambientales que enfrentan las comunidades urbanas.
*Profesora y Coordinadora del C+LAB, Laboratorio de Ciudades del Tec de Monterrey