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En espera de empezar de cero, Dafne McPherson tiene todas las esperanzas puestas en la reposición parcial de su juicio el 21 de enero, cuando se podría definir si recupera su libertad después de tres años presa por homicidio calificado contra su bebé recién nacida en un baño de Liverpool, quien murió por asfixia por ahogamiento.
Dentro del penal femenil de San Juan del Río, donde se encuentran 15 mujeres, Dafne McPherson Veloz dice que no podrá recuperar su tiempo perdido con su familia y su hija, pero podrá empezar de cero y vivir su luto, además que confía en que el nuevo gobierno federal traerá cambios en favor de las mujeres, para acabar “Con la discriminación y los estereotipos”.
Las festividades de fin de año le generan sentimientos encontrados. “Es una temporada de mucho estrés, lo que pasa con el caso las fechas, pero me siento tranquila porque estoy apoyada por mí familia y mis abogados y la gente cercana”, dice Dafne.
Recuerda que su primer día dentro del Centro de Readaptación Social (Cereso) de San Juan del Río lloró mucho, todo el día. Se sentía culpable de su parto fortuito y de la muerte de su bebé a la que no pudo ayudar porque ella misma se desangraba en el baño de la tienda.
Cargó con la culpa durante mucho tiempo. Así la hicieron sentir desde el momento en que llegó al hospital después de tener a su bebé, verla perder la vida y enfrentar un proceso legal. Tres años en prisión y todavía no puede guardar luto.
“Desde el principio de la investigación, desde que llegué al hospital, me dijeron que era la responsable, que estaba en serios problemas, la Fiscalía también cuando estaba detenida. Mi primer abogado también me dijo que la única que iba a pagar era yo que yo debí haberla salvado que debí agarrarla y dar la vida por ella”, recuerda.
Ni siquiera las actividades diarias le quitaban ese sentimiento. Dafne se despierta a las 6 de la mañana. El grupo de 15 mujeres presas realiza el aseo, “Nos arreglamos, hacemos ejercicio, sí tenemos maquila trabajamos, hacemos artesanías” y ella aprovecha para ver películas.
El 17 de febrero de 2015 Dafne se sintió mal en su puesto de trabajo en Liverpool, donde trabajaba desde hacía un año y medio. Tenía planta, prestaciones de ley y ganaba mil 150 pesos a la quincena más comisiones.
Recuerda que pidió ayuda a la enfermera de la tienda y fue al baño, donde tuvo a su bebé en el inodoro y entró en shock, perdió el conocimiento y estuvo más de una hora en espera de que los paramédicos hicieran algo. La bebé murió por asfixia por ahogamiento y Dafne fue condenada a 16 años de prisión por homicidio doloso contra la recién nacida, aunque la sentencia se anuló.
De los testigos que afirman que se encerró en el baño y jaló varias veces la palanca, Dafne dice que nunca pasó. “La gente habla porque tiene boca, los comentarios que hacían sin saber qué era lo que estaba pasando me hicieron sentir culpable, sentía el peso de que debí haber reaccionado, debí haberla cuidado, debí haberla sacado. El simple hecho de asimilar que había estado embarazada, que había tenido a mi bebé, que había muerto, fue un proceso muy difícil que tardé mucho tiempo en poderlo aceptar, no he podido llegar un luto, nunca pude llevarlo pero espero poder llevarlo un día”.
A unos días de que se reponga parcialmente el juicio, le pide a las autoridades investigar bien su caso y el de otras mujeres, no dejarse llevar “solo por dichos”, porque eso implica arruinar la vida de las personas.
“Me juzgaron como lo que una buena madre tenía que hacer, pero lo que tenía que hacer o no, no estaba en mí y tardé mucho tiempo en aprenderlo y me creí lo que decían y me sentí culpable de todo, porque me decían que tenía que reaccionar, que tenía que haberla agarrado”, insiste.
Entiende que hay personas que no creen que no supiera que estaba embarazada. Ella misma reconoce que tampoco lo creería, “Hasta que lo viví porque yo iba al Seguro, hay cosas que yo no entendía que pudieran pasar, no cambié de talla, mis períodos no eran al mes pero llegué a tener varios periodos, no hubo cambios abruptos, no tuve ascos y tengo una hija más grande y con ella fue bastante diferente, yo también me sorprendí”.
Pero eso no justifica, agrega, que la Fiscalía solo actúe por testigos, “Con una necropsia mal hecha que dice que mi bebé respiró pero que haya respirado no quiere decir que le haya hecho algo, no estaba en mí, entré en una crisis de angustia, me bloqueé y quienes podían reaccionar no lo hicieron, yo estuve más de una hora, yo pude haber perdido la vida y a mi bebé me la dejaron morir”.
Dafne tiene confianza en que su caso ayudará a otras mujeres, que obligará a las autoridades a investigar bien y al resto de la gente a no prejuzgar. Además, tiene confianza en que el nuevo gobierno federal generará cambios a favor de las mujeres, al modificar temas como la despenalización del aborto.
“La mujeres estamos muy discriminadas en género y nos manejan por estereotipos por lo que se supone que debe ser y no nos tratan como seres humanos. Yo no tenía conocimiento ni pensé que estuviéramos (en una situación) tan cruel, fue un despertar, se me abrieron los ojos, el panorama. Hay mucha injusticia he sabido de unas que estamos aquí por una mala investigación”, recalca.
La mujer de 28 años ve hacia el pasado y se siente más fuerte, “sin derrotarme”. Ve a sus compañeras de prisión como un apoyo y tiene altas expectativas. La primera: ver a su hija, porque “ha madurado mucho” y espera que el 21 de enero el juez tome en cuenta las pruebas de su defensa para volver a empezar.
Todavía no sabe qué hará cuando recupere la libertad, pero está consciente de que no podrá recuperar el tiempo que perdió con su familia, porque “Nunca se va a poder, pero sí empezar de cero tomando en cuenta lo aprendido y lo que he pasado porque ha sido un experiencia muy grande donde he aprendido mucho”.
