El módulo Covid-19 de la Secretaría de Salud, instalado en el Centro Regional de Desarrollo Infantil de la Reforma Agraria, opera con equipo insuficiente, las carpas están dañadas de tal forma que -ayer durante la mañana- por la lluvia escurren chorros de agua.
La gente que acude para realizarse la prueba Covid-19 solicita pasar debajo de las carpas, pero se da cuenta de las goteras y los chorros de agua que caen sin cesar cuando llueve, por lo que da lo mismo estar debajo o afuera.
No obstante, los doctores del turno matutino –esquivando el agua- despachan a la gente que acude a pedir informes sobre Covid-19 o la prueba, que de acuerdo a las valoraciones en la consulta médica en el lugar se procede o no.
La gente aguanta la lluvia y el frío para ser atendida por el personal de la Seseq. Se deja tomar la temperatura, la presión y el ritmo de oxigenación, al cuestionar a los doctores: ¿Cómo es posible que los tengan atendiendo de esta manera?.
Y no solo eso, además a la gente que requiere usar un sanitario, el personal del Centro Regional les niega el acceso sin consideración alguna, por lo que también hay inconformidad.