A sus 15 años, Jesús recibió las primeras agresiones de sus compañeros en octubre pasado. Primero fueron apodos, burlas y “bromas”, luego los golpes con sus secuelas y hoy vive con amenazas de muerte, denunció su madre Maricela Ramírez Ochoa.
Asegura que avisó desde el inicio a sus profesores y luego a los directivos de la prepa, pero desestimaron el caso porque “así se llevan los chicos”, “a lo mejor él hizo algo”, “él también puede defenderse” y sin saberlo, se volvieron cómplices del acoso que hoy requiere la atención de varias autoridades.
El 6 de marzo de este año, Jesús, de 1.70 metros de altura y alumno becado con 9.8 de calificación promedio, recibió golpes por parte de dos compañeros de la UNE Corregidora. Le rompieron los lentes en la cara y se le incrustó policarbonato en un ojo. A su mamá la llamaron al trabajo para informarle que su hijo “tuvo un accidente”, pero de frente, le contaron lo que sucedió y ella presentó una denuncia por agresiones físicas ante la Fiscalía General del Estado ese mismo día.
Maricela Ramírez, viuda desde hace tiempo, inició entonces la defensa legal de su hijo, primero ante la preparatoria donde la directora se dice “acosada” por cada oficio que hace llegar Maricela y después ante la Fiscalía, la Defensoría Estatal de Derechos Humanos, la delegación de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
A partir de las pláticas con Jesús y con profesores de la preparatoria, Maricela sabe ahora algunas de las cosas que su hijo sufría: burlas por ser callado y cumplido, por su religión, por ser virgen, por no sumarse a las ofensas de los chicos a las compañeras.
En alguna ocasión lo detuvieron entre varios alumnos para obligarlo a ver imágenes pornográficas que pegaron en las paredes del salón, en otra, tomaron la lista de un profesor para escribir la palabra “gay” al lado del nombre del adolescente y las agresiones a través de redes sociales y el Whatsapp fueron constantes.
Después de un tiempo sufrió robos de sus objetos personales y los golpes físicos del 6 de marzo por los que otorgó el perdón, unos días después, a cambio de que lo dejaran en paz, pero la situación empeoró en lugar de mejorar, un profesor frenó una segunda agresión física y ahora hay alumnos que amenazan de muerte a Jesús.
Para la directora de la preparatoria del municipio de Corregidora el problema podría arreglarse si Jesús abandona la escuela, pero a él le significa perder un año y no habrá castigo para sus acosadores. Un profesor le confesó al alumno, “en broma” que está preocupado de que él no se defienda y que no “les miente la madre”, porque teme que pase como en otros lugares y un día llegue Jesús con un arma “a matarlos a todos”.
“Todo este tiempo en la escuela ha sido de bullying, tengo 20 oficios que le he entregado a la directora y me dijo que ya no me recibirá ni uno más porque se siente acosada, que la deje trabajar y arreglarlo como pueda. Los directores fomentan el acoso contra mi hijo porque no saben qué hacer, los maestros están muy apenados, pero saben que esto ha pasado otras veces”, explica Maricela.
En uno de los oficios que entregó, Maricela cita el reglamento de la escuela y el compromiso de desarrollar valores y garantizar justicia en un ambiente de disciplina y seguridad. En otro, presenta fotografías del salón al que asiste su hijo donde se ven las paredes con grafiti, dibujos obscenos e insultos.
De acuerdo con los profesores, son cosas de la edad que tienen los estudiantes y se arregla con pintar paredes y hablar con los padres para que tomen las medidas que consideren necesarias con sus hijos. También es cosa de tiempo para que Jesús se recupere del a intervención quirúrgica por el daño a su ojo que requirió cirugía plástica para la reconstrucción.
Según la respuesta de la directora a Maricela, Jesús nunca avisó a tiempo de las agresiones o por lo menos, no se lo informaron el supervisor y los docentes, por lo que no pudieron intervenir sino hasta que llegaron los golpes.
Sin respuesta de la UNE.
El bachillerato de la Universidad de Corregidora o UNE Corregidora forma parte de un corporativo con presencia en Estado de México, Hidalgo, Guanajuato y Querétaro con 20 años de existencia.
En el estado ofrece once licenciaturas, siete posgrados, la sección de preparatoria con registro oficial ante la SEP y un centro de idiomas que empezará a operar en breve.
Aunque se intentó conocer la versión de la escuela, fue imposible contactar al personal o directivos, toda vez que en los números de contacto solo atiende una grabación con el mensaje “gracias por llamar a la Universidad Corregidora de Querétaro, si conoces el número de extensión márcalo ahora, de lo contrario, espera en la línea” y se corta la llamada.
A través de las redes sociales tampoco hubo respuesta por parte de la institución y solo se envía un mensaje automatizado donde se indica que en breve alguno de los ejecutivos se pondrá en contacto.
En distintas páginas de internet aparecen varias quejas en contra de la misma preparatoria, pero en el caso del campus Querétaro se refieren a situaciones de acoso escolar, problemas administrativos y se acusa que muchos de los profesores carecen de cédula profesional.
Maricela obtuvo la clave del centro de trabajo de bachillerato y el Registro de Validez Oficial (REVOE), por lo que está a la espera de que intervenga la SEP y presentará otra queja ante la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO).
Actualmente hay una averiguación previa abierta por amenazas de muerte en contra de Jesús, quien recibe atención psicológica por parte del DIF estatal. Ante los “exhortos” que hacen los directivos a Jesús para que abandone la escuela, Maricela asegura que su hijo no va a huir ni se va a callar.
“Él dice que no huye de los problemas, los confronta y por eso está aquí, se va a quedar, tiene escritos de los maestros y no entiende por qué él tendría que salir de la escuela con la cabeza abajo, les va a demostrar con sus calificaciones y con su actitud que tiene valores, que tiene principios y puede sortear con esto”, afirma Maricela.
Acciones contra el bullying.
Hace cuatro años la SEP presentó el programa Escuelas Libres de Acoso a nivel federal, con 15 acciones diferentes, tras identificar que entre 2011 y 2013, los casos de bullying se incrementaron en diez por ciento, de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). En aquel momento este organismo reportó que el 40 por ciento de los alumnos sufrían de algún tipo de acoso.
Según datos de la SEP en 2014, se estimaba que el 30 por ciento de los alumnos de bachillerato ejercían bullying contra sus compañeros y ese año Querétaro figuraba entre los cinco primeros estados con mayor número de agresiones contra alumnos de preparatoria.
También en 2014, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) ubicó a México en el primer lugar internacional de casos de bullying en nivel secundaria. A nivel local, Querétaro cuenta con un protocolo de atención para el nivel básico, pero las escuelas todavía enfrentan el reto de identificar y atender las situaciones de acoso.
Mientras se busca justicia en favor de Jesús, personal de psicología del DIF invita al estudiante a contar su experiencia ante otros jóvenes que viven situaciones similares en sus escuelas porque considera que es un ejemplo sobre cómo sobrellevar, con fortaleza, estas situaciones.
“Las psicólogas piden el apoyo de Jesús en sesiones de grupo, quieren que exponga todo lo que ha pasado y cómo lo lleva, me dicen que mi hijo está muy fortalecido y que es un ejemplo para los demás”, abunda Maricela, para quien todavía falta tiempo para mejorar la situación para Jesús y otros jóvenes.
