Aumentó la presencia de menores migrantes y de procedencia chiapaneca en los cruceros de la ciudad, reportó el director general del Sistema Municipal DIF de Querétaro, Alejandro Cano Alcalá.
Señaló que este año derivado de las caravanas migrantes en el país, detectaron incremento importante en el número de menores que acompañan a sus padres en los cruceros.
“Tenemos un problemática, que hemos notado un incremento en el número de niños, primero que nada migrantes, que están junto con sus papás en algunos cruceros, y también niños de procedencia chiapaneca que vienen en compañía de adultos”, dijo.
Indicó que a través de educadores de calle, el DIF Municipal continúa su trabajo de acercamiento con los padres de estos menores, a fin de convencerlos de llevar a sus hijos a los centros de día donde hoy atienden a 450 niños y niñas.
“Actualmente atendemos a más de 450 niños que en su momento estaban en situación de calle, y hoy están en nuestros centros de día, y son niños que incluso en las tardes van a la escuela regular, pero que por lo pronto en las mañanas ya no están en los cruceros”, señaló.
Señaló que para atender a estos niños que se encuentran en una situación vulnerable, trabajan para definir una campaña a fin de disminuir la presencia de menores en los cruceros.
Recordó que junto con la Universidad Autonomía de Querétaro, llevan a cabo la actualización del estudio que se realizó en 2016, para conocer el número de menores que trabajan en los cruceros de la ciudad.
Señaló que a través de estudio definirán cuáles son las nuevas zonas de la ciudad donde se registra este fenómeno, tras el crecimiento de la mancha urbana de la ciudad. Incluso dijo, se definirá la georeferenciación de los puntos más propicios para esta actividad.
Refirió que el estudio inició en febrero, tras el convenio de colaboración que firmaron con el alma máter, y estiman que tendrán los resultados a finales de julio o principios de agosto.
Dijo que buscarán definir si las personas que laboran en los cruceros radican en Querétaro o vienen de otras ciudades, cuánto tiempo permanecen aquí, qué los motiva estar ahí, y las aras de oportunidad para atender el fenómeno. Agregó que podrían definir, una posible trata de personas.
Refirió que la mejor forma de colaborar para evitar este fenómeno, es no darles lo que ellos, sus papás o quienes los traen, están buscando, que es un ingreso económico; y mejor buscarles mejores oportunidades.
“Desgraciadamente estos niños que son de origen chiapaneco, incluso muchos no hablan el castellano, hablan el tzotzil, que es la lengua de ellos y difícilmente los podemos atraer a nuestros centros de día porque incluso los papás no están en la disposición”, refirió.