El sistema de distribución de gasolina por pipas es complicado, y si bien, se registra ligera mejora, aún no se establece el problema, indicó Enrique Arroyo Enzastiga, gerente de la Unión de Estaciones de Servicios de Querétaro, quien resaltó que no se deberían poner límites respecto a la cantidad de gasolina que puede comprar cada cliente, pero cada empresa puede establecer sus reglas.
Advirtió que el desabasto en la Ciudad de México podría complicar la situación a la que se enfrentan los queretanos, que ya es difícil, pues sólo unas horas dura el producto que se les abastece desde San José Iturbide, en Guanajuato, hasta la terminal de Querétaro. Enfatizó que la Ciudad de México es la primera entidad que debe contar con abasto.
Respecto a que en Jardines de la Hacienda se alertó de que una gasolinera raciona la venta, indicó que cada concesionario está en libertad de implementar políticas propias aunque, enfatizó, la medida no es bien vista por la Unión de Estaciones de Servicios.
“La verdad que no queremos limitar el derecho del consumidor a venderle la cantidad que desee, en ese sentido, en cierto tiempo Pemex nos restringió, la verdad es que no queremos hacer lo que no nos gusta que nos hagan a nosotros”.
Respecto a las compras de pánico, apuntó que en Querétaro no son tan notorias como en otras entidades y que si bien, sí se vende a quienes llegan con bidones, se trata de una forma de comercio que no se recomienda a los clientes, por los riesgos que implica.
RENUNCIAS DE DESPACHADORES
También alertó que el ingreso de los despachadores es de entre cinco mil y seis mil pesos mensuales, cifra que se duplicaba gracias a las propinas, por lo que ya se dieron casos de renuncias para migrar a un sector más estable.
“Les afecta demasiado, ya que no llevan ese ingreso adicional a sus hogares, por eso es que es muy urgente que se pueda normalizar la situación en la brevedad posible”.
Apuntó que en cada estación existen entre 10 y 16 despachadores, que en promedio son 60% hombres y 40 % mujeres.
Indicó que los concesionarios están en total disposición para dialogar con las autoridades, pero que Pemex no les proporciona alguna cifra oficial respecto a cuantos barriles llegan a Querétaro.
“Siguen en esa posición de no dar información de cuánto se recibe, en qué momento se recibe, cuántas pipas se desplazan; la verdad es que sí estuvo un poco tensa la plática de ayer, porque nosotros, lo que queremos, es aportar a la solución, creemos que negando la información no podemos llegar a ningún lado y se continúa con especulaciones”.
Por último remarcó la necesidad de evitar estragos, lo que podrían verse en, máximo, tres semanas, si no se soluciona la problemática.
“Afortunadamente, ahorita se cuenta con la otra marca que ha sido una válvula de alivio para no sentir tanto el impacto de la situación que prevalece en la entidad. De continuar en esta situación, seguramente en dos, tres semanas, probablemente estaríamos viendo severos estragos al sector y a la entidad”, finalizó.