JILOTEPEC, Estado de México. - El aire fresco pega en el rostro de las peregrinas mientras van entrando a “El Bosque, uno de los lugares más emblemáticos de la romería queretana, donde el lodo y los charcos de agua no impiden que instalen sus improvisados campamentos para esperar la misa oficiada por el obispo Faustino Armendáriz.
En el quinto día de marcha, las más de 13 mil peregrinas llegan un poco más cansadas, pero con el ánimo intacto, cada vez más cerca de ver a la Guadalupana que es el objetivo principal de su caminar.
Tal como ha sido desde su salida de Querétaro, los puestos de comida, ropa y demás artículos de higiene personal, se vuelven parte del paisaje; al pie del escenario 22 niños están a la espera de recibir la Primera Comunión, mientras que sus padres nerviosos preparan cada accesorio para el momento.
Es el día de las primeras comuniones, donde los hijos de las peregrinas aprovechan la ocasión para recibir el sacramento en una ceremonia emotiva que este año contó con la presencia del exabad de la Basílica de Guadalupe, Diego Monroy, quien resaltó la devoción de la romería femenina.
Atentos a las palabras de los jerarcas, los niños emocionados esperaban recibir el cuerpo de Cristo por primera vez, sin importarles que el sol pegaba con fuerza en sus rostros. En sus manos una biblia, un cirio y un rosario eran los signos del sacramento que les fueron entregados por sus padrinos y que ahora ellos deberán portar como símbolo de su fe cristiana.
Antes de concluir la celebración litúrgica, globos de colores iluminaron el cielo, luego de que cada decanato de la Diócesis de Querétaro lanzó un rosario gigante para ofrecerlo a Dios y a la Virgen de Guadalupe, con intención que fue externada en el marco del año de la juventud.
Para finalizar la celebración, la presidenta de la Asociación de Peregrinas al Tepeyac, Gabriela Siliceo Valdespino entregó a Faustino Armendáriz un reloj de parte de todas las queretanas, esto a unos días de que el obispo de la Diócesis cumpla años.
“Se lo tiene que poner hasta el domingo a las 9 de la mañana, cuando nos reciba a todas en la Basílica”, expresó Siliceo mientras entregaba el obsequio que fue agradecido por el prelado.