“Soy un roble, no siento cansancio, somos descendientes y herederos de Conín”, afirma José Juan Aguillón quien imponente abre paso a lo largo de la calle y camina cargando en la cabeza un pantli con más de tres metros de largo y cientos de plumas, pesa casi 40 kilos, pero siempre camina erguido.
“Soy herencia y tradición de mis abuelos, pertenezco a grupo del General Heladio Aguillón, somos descendientes directos de Conín, este pantli es una representación de jerarquía”.
Las 23 mesas de concheros celebran con el desfile por las principales calles de la ciudad el inicio de los festejos de la Santa Cruz, el humo del incienso impregna el ambiente y la gente abre paso para ver miles de concheros y apaches caminado por Zaragoza.
Fray Alfonso Reséndiz Reyes, guardián de convento y el templo de la Santa Cruz encabeza el contingente, abren paso junto a un grupo de franciscanos, explica el origen de esta importante tradición queretana.
“La cruz es el instrumento a través del cual Jesús pagó la deuda que tenemos con el padre, la orden era que le demos amor y le dimos desobediencia, el hombre se había salido del camino, la cruz es el instrumento que utilizó Jesús para gritarle a todo e l mundo que el amor de Dios es infinito y a través de ese sacrificio nos hace sus hijos y herederos y hoy celebramos en agradecimiento en acción de gracias por un símbolo que era humillación y muerte y hoy es un signo de salvación”.
Las calles de la ciudad se llenan de color y aromas, los puestos empiezan poco a poco a llenarse de gente, para muchos es la parte más importante de los festejos patrios, en Querétaro es una tradición celebrar a la Cruz de Piedra que se impone a lo largo del templo más tradicional, la cruz que le dio origen y fundación a esta bella ciudad.