Las trabajadoras domésticas representan uno de los sectores informales con mayor demanda en Querétaro, pero más del 99% no cuentan con seguridad social, no cotizan para su retiro y tampoco tienen derecho a jubilación. A raíz de las medidas que decretó el gobierno para evitar la propagación del Covid-19 se estima que entre el 70 y 80% dejó de laborar, la mayoría sin goce de sueldo.
Aunque no existen cifras oficiales respecto a esta actividad, las estimaciones más conservadoras calculan poco más de 10 mil trabajadoras domésticas en la zona metropolitana, principalmente en los polígonos de mayor plusvalía y poder adquisitivo como El Campanario, Huertas La Joya, Juriquilla, Jurica, San Fe, Milenio y Cumbres del Lago, además de nuevos desarrollos en los municipios de Querétaro y Corregidora como Centro Sur, Biogrand, Balvanera, Zibatá, El Refugió y Viñedos.
CONDICIONES LABORALES
Marcela Rodríguez administra una agencia dedicada al reclutamiento y verificación de personal doméstico; las familias que necesitan estos servicios piden la recomendación y previamente la agencia acredita los antecedentes de la trabajadora, valida su documentación y las pone en contacto con los clientes.
“Es un trabajo que es muy necesario, en los últimos años ha tenido gran demanda, en el ritmo de vida de la gente ahora los dos papás trabajan, aportan para tener una casa más amplia, pero dejan de realizar actividades que consideran menores como la limpieza y el arreglo de la casa, es ahí donde muchos ocupan el apoyo de personal doméstico”.
El pago diario oscila de 300 y 350 pesos en jornadas que en promedio son de 8 horas, existen otros factores como el tamaño de la casa y las actividades a realizar.
“Hay quienes piden también que hagas compras, cocines, cuides a los niños, laves la ropa, se les pueden generar más actividades de acuerdo también a la confianza que se van ganando”.
Laura Pedraza tiene 39 años, aunque aparenta más edad, desde los 25 empezó a trabajar en esta actividad, con casi 15 años de experiencia, principalmente en la limpieza, originaria de la comunidad de Sabanilla, en Guanajuato, 3 días a la semana se levanta a las cinco de la mañana para prepararse, sale a la carretera 413 y a las seis de la mañana toma el camión hacia Querétaro para un trayecto de casi una hora. Se baja en Constituyentes, en la parada de El Pocito y caminando en poco más de cinco minutos se dirige a trabajar a San Mateo, un fraccionamiento en el municipio de Corregidora.
Se considera afortunada, ya que la mayoría de mujeres de esta comunidad que trabajan viajan diariamente a Querétaro y tienen que tomar otros camiones. Casi todas se dedican a la limpieza de casas, algunas ganan desde 200 a 300 pesos por jornada.
“Yo tomo un camión, somos de las primeras, mi hermana también trabaja limpiando casas más adelante en Jardines de la Hacienda, estudié hasta la secundaria, mis hermanos se fueron a Estados Unidos y cuidamos a mis papás, trabajo dos o tres días a la semana, los demás días hacemos tortillas a mano que mi mamá vende, hacemos como 15 kilos de masa, ella las vende pero nosotros tenemos que ayudarla a hacer las tortillas”.
Trabaja de entrada por salida, en una casa limpia dos días a la semana, los lunes y jueves, en otra casa trabaja cada 15 días, limpia los martes, los mismos vecinos la recomendaron para poder trabajar en el mismo fraccionamiento.
Marcela Rodríguez estima que más del 80% del personal doméstico trabaja de entrada por salida, ya que representa menos gastos para las familias que contratan sus servicios y que las solicitan uno o dos días por semana.
Reconoció que aunque se les ha informado a las trabajadoras domésticas que pueden contar con seguridad social, la mayoría prefiere que se le pague su sueldo completo a que se descuente la cuota obrero-patronal en su salario.
Rodolfo Cholico Juárez, titular de la jefatura de servicios de Afiliación y Cobranza de la delegación estatal del IMSS, explicó que con el programa piloto que arrancó el instituto en abril del año pasado, actualmente 288 trabajadoras del hogar en todo el estado se han asegurado, tan sólo en la subdelegación de Querétaro hay 250 registradas y en San Juan del Río 38.
“Es garantizar el acceso a seguridad social para las trabajadoras del hogar en igualdad de condiciones con el resto de todos los trabajadores, hay un gran beneficio y con la incorporación que se está haciendo las trabajadoras del hogar tienen acceso a las cinco ramas que tienen que ver con enfermedad y maternidad, invalidez y vida, retiros y vejez, guardias y prestaciones sociales y riesgos de trabajo”.
Recomendó a las trabajadoras del hogar a que busquen la alternativa de buscar la seguridad social aunque perciban una parte salarial menos, pues los beneficios serán mayores a largo plazo.
“Por un tema cultural las personas que están muy jóvenes y todavía estén visionando tener acceso a una pensión por viudez o por edad avanzada, muchas trabajan en lo que pueden recibir a la semana o a la quincena… normalmente ya una persona que tiene 60 o 65 años y sigue siendo trabajadora del hogar se empiezan a acercar al Seguro Social para ver si tienen acceso a una pensión y cuando revisas las cuentas individuales te das cuenta o que no han cotizado toda su vida porque prefirieron que el patrón les pagara y a veces prefieren que se los den en efectivo y no tener esta prestación que es muy importante para su vida futura”.
FALTA DE TRABAJO
Marcela Rodríguez destacó que debido a la pandemia generada por el Covid-19 la tasa de trabajo de las trabajadoras del hogar bajó hasta un 80%, pocas fueron las que continúan laborando de forma regular, a la mayoría solo les dijeron que les llamarían para regresar, pero durante este tiempo no percibirán ningún salario.
“No hay trabajo, temen el contagio, de que las que trabajan de entrada por salida el hecho de que estén entrando y saliendo y entonces dicen las señoras que mejor no y cuando son personal que se queda el problema del transporte, toman el autobús que llega a la central, tienen roce con mucha gente y en el transporte, muchas familias están pidiéndoles que por el momento no acudan”.
La señora Delfina Ramírez, cariñosamente llamada “Delfis” por la familia para la que trabaja en Juriquilla, está de planta, acude cinco días a la semana y lleva más de 20 años realizando diversas actividades para la familia; desde preparar el desayuno y comida, hasta bañar a los niños y acompañar a su patrona de compras.
Es considerada indispensable en su familia, diariamente se transporta desde Menchaca, donde solo llega a descansar y encontrarse con esposo por la tarde.
“Me dijeron que por el momento no fuera, yo diariamente me tengo que ir en camión, entonces la señora me pidió por favor que no fuera, tiene miedo de algún contagio porque su mamá es mayor, me están pagando la mitad, son buenos conmigo, pero hay otras compañeras de acá que trabajan en otras casas y prácticamente las corrieron, les dijeron que les llamaban para regresar pero está muy difícil, iban también cinco días y ya no ganan nada, es una situación verdaderamente difícil”.
Difícilmente estas empleadas pueden exigir algún derecho, alguna liquidación o apoyo para poder subsistir, en la indefensión y sin seguridad social el panorama de las trabajadoras del hogar y personal de limpieza luce cada vez más difícil para miles de mujeres que diariamente brindan el servicio de apoyo en hogares queretanos.
Se espera que las medidas de quedarse en casa y evitar actividades duren por lo menos otro mes, en el cual la mayoría de trabajadoras del hogar puedan regresar a trabajar y volver a generar algún ingreso para sus familias.
