En el olvido permanecen alrededor de 200 familias que viven en Ampliación las Margaritas, un asentamiento irregular ubicado al norte de la capital desde hace 15 años, donde la delincuencia no respeta ni la pobreza.
Asentadas en la ladera de una barranca, a un costado de las colonias Las Margaritas y San José El Alto de la delegación Epigmenio González, está Ampliación Las Margaritas con viviendas construidas con techos y paredes de cartón, láminas, lonas, tablas y plásticos.
Aquí, las casas no sólo son vulnerables a las inclemencias del tiempo, sino también a los constantes robos que sufren por parte de jóvenes que acechan desde la maleza que rodea la zona y calles de las colonias vecinas.
Para acceder a las viviendas, se tiene que recorrer un camino de tierra, piedras y un poco de maleza, y más abajo se localiza un arroyo que en época de lluvias representa un peligro para que quienes allí viven.
Además de inseguridad, los habitantes –originarios en su mayoría de Amealco y Pinal de Amoles- no tienen servicios básicos como agua, energía eléctrica o drenaje, y ante ello tienen que recurrir a hidrates públicos, y “colgarse” de los postes de luz que encuentran.
Al medio día, Ampliación las Margaritas se encuentra prácticamente sólo, pues la mayoría de sus pobladores salen a trabajar y regresan ya por la noche; sólo en alguna que otra vivienda se escucha música y voces.
NOS ROBAN TODO, TODO
En el trascurso de un año que tiene viviendo en la zona, la casa de Isabel Ruperto González, madre de familia originaria del municipio de Amealco, ya fue robada hasta dos ocasiones, pero la policía no hizo nada por ayudarla.
“Hay mucha inseguridad, en mi caso ya van dos veces que entran en mi casa, y se llevan todo, todo, no nos dejan nada, nomás nos andan vigilando, apenas salimos un rato y aprovechan para llevarse todo”.
Comenta que a todos los vecinos les han robado sus cosas, por ejemplo “uno de allá abajo, en la semana que iban a entrar a la escuela los niños, ya le habían comprado los zapatos a sus niños, y se llevaron todo”.
Las patrullas aquí –señala- no quieren entrar, cuando les llamamos no acuden, y cuando llegan desde aquí arriba en la calle principal, observan y nos dicen que si no tienen una orden para actuar no pueden hacer nada.
DE NOCHE YA NO SALEN
Sabina Martínez llegó a este asentamiento con su familia hace más de 10 años y ya había casas; desde entonces, comenta, no tienen servicios públicos, nada más el agua que obtienen del hidrante.
En materia de seguridad, dice que los policías no bajan y aunque tengan alguna emergencia, no acuden a ayudarlos. “Necesitamos seguridad, aquí ya está abandonado ya nadie viene a vernos ni el servicio”.
“De noche ya no salgo, llego de vender y ya no salgó de casa”, comenta la madre de familia dedicada a vender dulces en la zona centro de la ciudad o donde pueda y tenga suerte de vender.
Comenta que en reiteradas ocasiones, durante muchos años, les han comentado que les van a vender el terreno donde construyeron sus casas, pero nada se concreta, ahora le dieron que en diciembre: “Yo si estoy dispuesta a pagar, los demás no sé”.
NOMÁS NOS VIGILAN
De acuerdo con Angelita Margarito Juan, originaria de Santiago Mexquititlán, Amealco, quien vive aquí acompañada de su madre con quien diariamente sale a vender dulces y artesanía, el asentamiento surgió desde hace 12 o 15 años.
Comenta que la zona es muy insegura, pues regularmente “bajan los marihuanos” que se junta cerca del lugar y los molestan o abren las casas donde no está nadie y se meten para sacar lo que puedan.
“De repente abren las casas, o nada más dejan que salgamos, nos vigilan, están arriba de la montaña viendo a qué hora vamos a salir y ya cuando y nos vamos se vuelven a meter a robar”.
Señala que en tres ocasiones han robado su casa, a pesar de no contar con muchas cosas, pues la situación en la que viven apenas les alcanza para comprar comida; “ya cuando llegamos, como a las 10 de la noche ya no hay nada. Ni la pobreza respetan”.
HAY 170 ASENTAMIENTOS
De acuerdo con el secretario de Desarrollo Humano y Social del Municipio de Querétaro, Arturo Torres Gutiérrez, hay en la capital cerca de 170 asentamientos irregulares, y 800 en el estado de Querétaro.
Epigmenio González es la delegación municipal que más asentamientos irregulares tienen hoy en día, le siguen las delegaciones de Santa Rosa Jáuregui, Félix Osores Sotomayor y Felipe Carrillo Puerto.
45 ASENTAMIENTOS EN TRÁMITES
En el Municipio de Querétaro existen en trámite de regularización 45 asentamientos, de los cuales 23 son de origen ejidal y 22 de propiedad privada, informó Fernando Rodríguez Serrato, Director de Regularización Territorial.
Se estima que la regularización de estos asentamientos en alrededor de dos años impactará de manera positiva en alrededor de cinco mil familias, que representa entre 25 mil y 30 mil personas.
DISMINUYE PROLIFERACIÓN
De acuerdo con el director de Regularización Territorial, Fernando Rodríguez Serrato, el tema de los asentamientos irregulares ha disminuido en la capital, gracias al fortalecimiento del marco jurídico de la entidad.
“Afortunadamente existe y una ley de regularización que fija las bases y la intervención de gobierno del estado y gobierno municipal, y también existe un marco jurídico que evita la proliferación que existía a finales de los años 90’s, 2000 o 2001” afirmó.
ULTIMÁTUM A MUNICIPIOS
Con base a la ley para la regularización de asentamientos humanos irregulares, predios urbanos, predios rústicos, predios familiares y predios sociales del estado, los 18 municipios tienen un plazo de dos años para abatir la irregularidad de colonias populares.
La ley se aprobó en 2016 en el poder legislativo y en 2018 presentaron reformas para facilitar el proceso.
