Teresa García Gasca, la segunda mujer en ocupar el máximo cargo de autoridad en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), abordará el reto de actualizar la legislación universitaria que no se había modificado en más de 30 años e impulsar procesos de calidad administrativa y académica en toda la institución.
Entre los principales desafíos para 2022 tiene el concretar el regreso a clases presenciales, consolidar los campus regionales para igualar la situación con los metropolitanos y estrategia para aumentar el porcentaje de alumnos de comunidades indígenas.
Aunque la reforma a la legislación universitaria ya comenzó, será durante el próximo año que se concrete la actualización y reforma a la Ley Orgánica de la UAQ; no obstante, ya se creó un organismo para que el proceso de mejora continua y actualización sea constante, con el objetivo de que la normativa universitaria responda a las necesidades de los tiempos en los que se vive.
“El apoyo a los estudiantes, ahora el regreso formal a clases es un gran reto, aunque nosotros no nos hemos detenido y en tiempos de pandemia sí hemos tenido algunas actividades presenciales que se incentivaron, sobre todo, en este último tercio del año (…) necesitamos que el proceso de reincorporación a clases formal ya se esté dando, para eso hay que esperar la cuarta ola”, por lo que la académica instó a la ciudadanía a continuar con los cuidados para evitar contagios.
La salud mental y la atención a la comunidad en este sentido, por lo que sostuvo que habrá que hacer un proceso reparatorio para recuperar la confianza y la seguridad de los universitarios, una vez que se determine que el escenario es el ideal para volver a las aulas.
Respecto al panorama hostil que enfrentan algunos egresados de la institución, García Gasca sostuvo que “desde hace algunos años trabajamos en generar programas innovadores, no solamente replicar los programas, de hecho, en los últimos años muy poquitos programas se han replicados y la mayor parte son nuevos y algunos únicos en el país y algunos incluso a nivel internacional. Estos programas están siendo enfocados a nuestros campus regionales”.
El enfoque regional de los planes de estudio, de acuerdo con la rectora, se debe a que la intención es que los universitarios puedan prestar sus servicios profesionales en sus lugares de origen: “no quiere decir que no puedan hacerlo en otros lugares, o estudiar posgrados, sino que eventualmente la incidencia es en el desarrollo regional y eso está vinculado con los centros de investigación de los campus”.
Aunque los resultados de esta estrategia aún tendrán que esperar, dada la reciente aplicación, hay ejemplos de éxito en San Juan del Río y Jalpan; en el primer caso, la ingeniería automotriz se oferta únicamente en dicho campus y ha sido muy exitosa, por lo que, la rectora aseguró que “el trabajo que se ha hecho tomando en cuenta esa filosofía está funcionando bien porque sí estamos encontrando apertura de los nichos laborales para nuestras y nuestros egresados”.
“El cierre de brechas en nuestros campus regionales y metropolitanos, desde infraestructura, planta docente, calidad y oferta educativa; no es un proceso que se va a lograr en un año o dos, pero es un proceso que hay que arrancar en nuestros campus regionales”, señaló.
Identificó que el otorgarles la figura de Dependencias de Educación Superior a los campus regionales ante la Secretaría de Educación Superior (SEP) será una estrategia a concretar el próximo año, además de que “de esta manera le estamos dando presencia a nuestros campus regionales para que puedan concursar recursos en la SEP”; anteriormente, la única DES reconocida era la de San Juan del Río.
“A nivel interno no hemos dejado de invertir en investigación, extensión y vinculación de proyectos de crecimiento académico, lamentablemente, a nivel nacional la situación es muy complicada con CONACYT y, realmente, ha sido muy difícil, pero la universidad tiene que seguir empujando desde dentro”, sostuvo. Próximamente se formalizarán los centros de investigación en una figura institucional para facilitar la obtención de recursos y la representación.
El consolidar la calidad educativa a través de las acreditaciones a nivel particular y general, por lo que la UAQ se someterá a una evaluación en febrero próximo, “toda la universidad va por un proceso de calidad administrativa y educativa”.
De acuerdo con la rectora, al ser la UAQ una universidad pública, la mayoría de los estudiantes provienen de familias con ingresos medios y bajos, sin embargo, solo el 1% de la matrícula se compone por estudiantes de comunidades indígenas: “necesitamos trabajar en la generación de estrategias para promover que incremente el número de personas de pueblos originarios que ingrese a la universidad”.
Sostuvo que en los últimos dos años los esfuerzos se han enfocado hacia el incremento de las oportunidades para que la población de estudiantes pertenecientes a pueblos originarios se desempeñe en condiciones de igualdad y equidad en la institución. “Vienen de diferentes pueblos originarios, la mayor parte son otomís, pero tenemos pames, triquis, huicholes, de muchos otros pueblos, incluso no queretanos”.
Refirió que otra de las estrategias para promover el respeto por la cultura de las comunidades indígenas es el rescate de las lenguas, además de que se pretende que en los campus de los municipios como Concá y Amealco estudien personas pertenecientes a los pueblos originarios.