Escuchar a Dios es escuchar al pueblo: Obispo

Iris Mayumi Ochoa Herrera

  · jueves 13 de abril de 2017

LA MISA Crismal es una de las celebraciones más importantes de la Semana Santa, en la que los sacerdotes renuevan sus votos.Fotos: Martín Venegas

Escuchar a Dios es escuchar al pueblo, afirmó el obispo de ladiócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, alencabezar la Misa Crismal donde se bendijeron los óleos con losque son ungidos los bautizados y confirmados y en el que el preladopidió a los sacerdotes de las 115 parroquias de la entidad,aprender a discernir las necesidades del pueblo y conocer cuálesson las nuevas pobreza que aquejan a la gente.

En una ceremonia en la que se recuerda la institución de laeucaristía y el sacerdocio que Jesús hizo en la última cena, lossacerdotes renovaron sus votos y reflexionaron a través de lapalabra de Dios, las acciones que deben realizar para actualizar suministerio.

“Les animo para que tras un breve momento de silencio sedispongan a decir si, conscientes que decir si es decirle a Diosque actúe, es saber escuchar al otro y no imponer mis criterios,esquemas e intereses; decir si es evitar caer en el engaño de lacrítica destructiva y del chismorreo que acusa, esclaviza, ciega,oprime y divide; decir si significa que amo mi vocación y meesforzaré en vivir como tal”, refirió Faustino Armendáriz.

Invitó a cada uno a regresar a sus orígenes, tener presentesiempre de dónde vienen y cuáles son sus costumbres, aseguró, lafamilia es algo fundamental en la vocación que cada sacerdotedesempeña, y si se pierde de vista se corre el riesgo de afectarel presente y el futuro.

Asimismo, les pidió redescubrir la belleza de ser bautizados ypertenecer a la familia de Dios, para con ello dar testimonio“gozoso” de la propia fe, a fin de que produzca frutos de bieny de concordia.

“El obispo, los sacerdotes, los diáconos, los consagrados,antes de ser lo que somos, fuimos bautizados y esto es lo másimportante en nuestra vida, por ello, es preciso que el día de hoycada uno hagamos un examen de conciencia buscando renovar el donmás grande que Dios nos ha dado: ser ungido del Espíritu”,agregó el obispo.

Tras hacer la bendición del Santo crisma, que se usa en elbautizo, confirmación, la orden sacerdotal y la consagración delos altares, el óleo de los catecúmenos, que extiende el efectode los exorcismos y el de los enfermos, que remedia las dolenciasdel alma y el cuerpo; Armendáriz Jiménez pidió a los laicos orarpor los sacerdotes de la diócesis, para que siga derramando sugracia y sus dones celestiales.

La ceremonia concluyó con la bendición episcopal, para luegodar paso a la entrega de los óleos a los representantes de las 115parroquias que integran la diócesis de Querétaro.