Hasta 131 estudiantes de posgrado de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) podrían quedarse sin becas para este semestre, de acuerdo con la rectora Teresa García Gasca; de ese total, hay 11 con posibilidades de que se reconsideren los criterios, pero la mayoría no recibirán recursos.
Sólo cuatro de 66 programas de posgrado han sido reconocidos como de investigación, aún a pesar de que las características principales de la mayoría de los posgrados que ofrece la UAQ son precisamente de este rubro.
Entre las razones por las que este semestre habría tal cantidad de estudiantes sin la posibilidad de recibir una beca, debido a los nuevos lineamientos del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (Conahcyt), se encuentra el número de profesores por programa que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), o el hecho de que la dependencia esté asignando becas para programas que no abren en este semestre del año.
De acuerdo con García Gasca, si hubiera una redistribución en la cantidad de becas asignadas a los distintos programas de posgrado de la UAQ habría una menor cantidad de estudiantes sin posibilidad de recibirlas por parte del Conahcyt.
La académica explicó que debido a que la dependencia ha asignado una determinada cantidad de becas a ciertos programas y ha dejado sin la posibilidad de acceder a otros más; en total, son 131 los estudiantes de posgrado que se han quedado sin la posibilidad de obtener un ingreso de beca Conahcyt.
La cantidad que sería asignada para becas estudiantiles de especialidades, maestría y doctorado en la UAQ asciende a 11 millones 258 mil 709 en becas que no pueden ser absorbidos por la institución.
“Sí es una situación alarmante, sí es una situación de preocupación. Nosotros vamos a seguir haciendo la gestión, seguiremos desde luego el proceso que nosotros tenemos pensado para defender el presupuesto universitario, pero seguiremos también en el trabajo de la gestión de las becas”.
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La rectora detalló que los lineamientos de la nueva ley de Conahcyt no permite que las universidades públicas tengan participación activa en la gestión de recursos, por lo que los esfuerzos se concentrarán en la incidencia en los requerimientos del organismo para la asignación de becas.