Extrabajadoras de la Defensoría Estatal de los Derechos Humanosdenunciaron que son objeto de una persecución del ombudsman MiguelNava y parte de su personal, que lo mismo las sigue físicamente,intervienen sus líneas telefónicas o las molestan a través deredes sociales, a partir de hacer públicos los malos tratos eneste organismo.
Aunque piden permanecer en el anonimato, las extrabajadoraspidieron el apoyo de diversas autoridades, luego de que denunciaronser víctimas de acoso laboral que las llevó a renunciar osufrieron despidos injustificados, por los que suman 15 quejaslaborales contra el presidente de la Defensoría.
Las mujeres dijeron tener “mucho miedo” de las represaliasen su contra, porque el ombudsman “tiene muchos conocidos” ypersonal de la Defensoría les advirtió “Las estánvigilando”, por lo que urgieron a tener protección especial.
“Podemos amanecer en cualquier lugar tiradas”, señalaronlas extrabajadoras de la Defensoría, al asegurar que hay máspersonas afectadas en sus derechos laborales, pero muchas noquieren presentar las denuncias contra Miguel Nava.
CONFIRMAN AGRESIONES DE MIGUEL NAVA
Por separado, Vianney Martín del Campo Vera, narró su propiaexperiencia de trabajo en la Defensoría. El 1 de diciembre de 2014fue contratada como asesora de un programa de observatorios deseguridad ciudadana, pero ejerció como visitadora adjunta auxiliarde la Defensoría desde enero del 2015, al contar con nombramientocon la firma de Miguel Nava.
Después de una serie de diferencias con Nava Alvarado, Vianneyfue despedida de manera injustificada y enfrenta dos demandas delombudsman, una por robo de vehículo, que finalmente se archivó yotra por supuesta usurpación de funciones y ejercicio indebido delservicio público por firmar como visitadora adjunta.
A pesar de las acusaciones de Nava Alvarado, Vianney tiene unacredencial certificada ante notario con la firma del ombudsmandonde él mismo le otorga ese nombramiento.
“Esa averiguación previa no procedió. Mis diferencias conél fueron por trabajar de madrugada, en días festivos, en finesde semana, a todas horas, en la madrugada mandaba instrucciones yyo tengo un bebé, por eso muchas no pudimos más, nos pidieron uncambio de horario, pero no teníamos condiciones de seguridad, nohay transporte público, no hay iluminación, no habíaseguridad,
Al negarse a aceptar las condiciones de trabajo, el 6 de mayo de2015, cuando acudió a su oficina, Vianney se enteró de que estabadespedida y se le impidió entregar el vehículo de la Defensoríaque tenía en resguardo.
Le cambiaron la chapa de la oficina y le impidieron sacar susobjetos, por lo que acudió al Tribunal de Conciliación yArbitraje a entregar el vehículo y presentar una demandalaboral.
Días después el propio Miguel Nava la denunció por robo devehículo, aunque él nunca quiso recibir el automóvil. En el misoTribunal se acordó una fecha para la entrega de la unidad, pero noacudió personal de la Defensoría a recibirlo.
“Miguel Nava solicitó al Tribunal que el vehículo no seentregara, se acordó que no había lugar, aún así nadie fue arecoger el vehículo. El Ministerio Público se llevó elvehículo, se hicieron los peritajes, el carro sigue en elcorralón, nunca fue la intención tomar el vehículo”, insistióla extrabajadora.
Después de varios meses de proceso, el 12 de febrero de esteaño se dictó la no vinculación de robo de vehículo, porque laconducta de la extrabajadora no era delictiva, lo que laDefensoría apeló, pero se ratificó la no vinculación el 30 demarzo en la Toca penal/2016, donde se dictaminó que la Defensoríautilizó indebidamente la vía penal para una cuestión meramentelaboral, por lo que ya se archivó el expediente.
Vianney, recuerda que durante mucho tiempo hubo personasvigilando su casa, personas que acudían en un auto azul y laseguían a donde se movía, lo que todavía le genera un grantemor.
Ante el proceso de ratificación del ombudsman, variasorganizaciones sociales se pronunciaron por no mantenerlo en elcargo por cinco años más, al considerar que él mismo violentalos derechos humanos.
