Durante el 2020, un total de 18 pacientes de la Fundación ALE fallecieron en espera de un trasplante, reconoció el presidente ejecutivo de la organización Carlos Alejandro Franco.
En entrevista telefónica, Franco recordó que hubo una gran disminución en los trasplantes de órganos, ya que, en el 2019, se reportaron 168 y en el 2020, solo 45, principalmente de córnea y solo de ocho fueron de riñón de donador vivo.
En este sentido, recalcó que la pandemia, complicó a las otras enfermedades, por lo que harán un análisis estadístico de los fallecimientos sobre los otros padecimientos crónicos, debido a que algunos dejaron de atenderse por falta de servicios.
“También en muchos casos, el paciente tenía miedo de ir a algún hospital, que estuviera atendiendo pacientes con Covid, en donde el riesgo por tener esta comorbilidad, la enfermedad crónica, pudiera originarles un desenlace muy negativo”, dijo.
Apuntó que, muchos de los pacientes, dejaron de ir a sus sesiones de hemodiálisis en los hospitales donde atendían a pacientes covid-19, porque dijo, la organización trasladó a pacientes a clínicas privadas para que siguieran con la atención.
“De los pacientes que nosotros estábamos atendiendo, que inclusive ya estaban en su protocolo de trasplante que eran 47, a nosotros se nos murieron 18; pero estos datos, son única y exclusivamente de pacientes nuestros”, dijo.
En este sentido, instó a que se conozcan las consecuencias de haber desatendido las enfermedades crónicas; por último dijo que, en este año, tres de los pacientes de la Fundación ALE también fallecieron a la espera de un trasplante.