En las clínicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)no dan atención adecuada y no canalizan a las instituciones queatienden afecciones de la mente a quienes han intentado suicidarse,lo que podría agravar su situación y obstaculiza que hayaestadísticas sobre la problemática.
Así lo señaló Elydia Barbosa, presidenta del PatronatoPsicológico de Querétaro (PsyQue), quien consideró que existeuna falta de interés por atender a las personas que han pensado enel suicidio y que esta problemática se podría repetir en otrasinstituciones de salud porque varios médicos trabajan en más deuna instancia.
En el primer trimestre del 2017 se registraron 17 suicidios enQuerétaro y el promedio de atenciones que brinda el Centro Estatalde Salud Mental (CESAM) por intento de suicidio ascendió en losúltimos dos años, de 30 a 50 personas al año, informó la jefadel CESAM, Marbella Espino Cortés, en el marco del Día Mundial dela Salud, en abril.
A través de la investigación que realizó PsyQue “Salvandouna Vida”, detectaron a jóvenes desde los ocho años que hantenido hasta tres intentos de suicidio y sufren de depresión ycutting; no obstante, aún es difícil tener cifras máscercanas a la realidad debido a la falta de canalización.
“Fui a tratar de investigar al Seguro Social cuántas personashabían llegado con intento de suicidio y no las hay porque losdoctores, lo que hacen es, para no llenar el reporte y canalizarlo,dicen que prefieren atender a los que han sufrido a un accidenteque a alguien que no quiere vivir”, advirtió.
A pesar de que se trata de personas que necesitan atención, elpersonal pone en el reporte ‘pequeño corte’ o “pequeñaintoxicación”, y no lo manejan como intento de suicidio.
“Platiqué con un psiquiatra que trabaja en una de esasinstituciones y me dice, es que no los quieren atender, losatienden biológicamente, pero hasta ahí, incluso las enfermerasdicen, ‘no los atiendan, mejor a quien quiera vivir’”,expresó.
Dijo que el año pasado el PsyQue intentó estar en contacto conel IMSS para que les canalizaran los intentos de suicidio y lospacientes recibieran un tratamiento, pero la respuesta fuenula.
Un detonante común para el suicidio es la depresión, que tieneagravantes y causantes como problemas en la familia, en la sociedady el no ser aceptados ni comprendidos.
Señaló que varios de sus pacientes han intentado suicidarse demanera repetitiva y hubo un caso en el que un hombre se intentóquitar la vida con numerosas semillas de manzana.
ABUSO SEXUAL
Informó que en este año, en PsyQue atienden a 58 niños, delos cuales, 10 son por abuso sexual, que oscilan de los cinco a losnueve años, y el resto son por problemáticas de conducta,derivados de violencia intrafamiliar.
Una persona con esas afecciones dura de cuatro a cinco meses enterapia, señaló, pero lo ideal es que permanezcan durante seismeses, dependiendo de qué tanto se abra el paciente.
“Primero diagnosticamos si fue por abuso, porque a veces lospapás no saben si sí sucedió o no, tuvimos un caso de una mamáque se separó, pensaba que tenía que castigar al papá y veíacosas que no existían”, relató.
Dijo que en los casos de abuso sexual se trabaja en lapercepción que tienen las víctimas sobre sí mismas, porquegeneralmente se sienten sucios y “creen que son malos”.
“Hay que reforzar las medidas para detectar alguna situaciónde este tipo, hemos tenido talleres para enseñar a los papáscuando puede haber una alerta por parte de los niños para que losmanden a terapia, si esas pequeñas señales no se toman en cuentapuede ir en aumento”, agregó.