Alejo Reséndiz Castillo, de Ezequiel Montes, regresó a la peregrinación hacia la Basílica luego de dos años de no acudir, debido a que se le apareció la Virgen de Guadalupe en una imagen en un pedazo de madera que encontró al pie de su casa.

Esto, dijo quien cumplió 26 años peregrinando, lo asumió como un llamado de la Virgen para volver a caminar hacia el Tepeyac, y desde entonces jamás dejó de venir, hasta el recibimiento de su primera medalla por los años en la peregrinación.

"Dejé de venir dos años hace tiempo y la Virgen me fue a ver. Se estampó en la madera afuera de mi casa, su imagen ahí apareció y la tengo guardada, en una madera tirada, como trabajaba de albañil, vine de trabajar y la vi ahí".

Indicó que fue una sorpresa ver esa imagen, la cual venera cada 12 de enero, fecha en la que se la encontró, teniendo su propio ritual personal con esta madera que resguardó en su casa.

Mencionó que, a partir de este hecho, sintió que la Virgen lo invitaba a regresar a la peregrinación para adorarle, lo que hizo después de ello para nunca más volver a abandonar el recorrido.

"Está ahí su figura y esa no se puede borrar, la tengo guardada y la tengo venerada cada 12 de enero. Le rezo, le pongo sus velas, hago oraciones… ella me habló para venir y aquí estamos".

Añadió que venía con anterioridad con un hermano suyo, quien falleció, por lo que desde entonces viaja sólo acompañado con su agrupación; su esposa e hijos no suelen venir; sin embargo, dijo, ellos lo apoyan y reza porque se encuentren bien.

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"26 años peregrinando. Esta medalla se la dedico a mi esposa y a todos mis hijos, Israel, Adrián, Araceli, María, Francisco y Nancy, y a mis nietos y nietas".