Con la reapertura de los templos religiosos a partir de hoy pocas iglesias abrieron sus puertas, el templo de Carmelitas, en pleno corazón de la ciudad abrió desde temprano, se aplican los filtros sanitarios de manera estricta como tapetes sanitizantes, gel antibacterial y la distancia entre bancas.
El rector del templo, José Hernández Pérez sale desde temprano y en conjunto con sus colaboradores, empiezan a organizar el ingreso, aunque no se oficiarán misas la gente acude, solo pueden estar por espacio de 10 minutos.
El padre José pasa al confesionario, el cual acaba de ser desinfectado, se sienta y una pequeña fila de fieles esperan para confesarse, avanzan rápido, tienen que resumir para no pasar mucho tiempo en el lugar, se levanta la primer persona y se limpia el mueble de madera y así avanzan.
Apenas hay unas 10 personas al interior, se sientan y rezan, cierran los ojos, la mayoría son adultos mayores, aunque son población en riesgo, aprovechan para acudir un rato al templo a orar.
“Aunque sea venimos a rezar un poco, a bendecirnos frente al santísimo y a volver a nuestras casas, venimos temprano para que no haya mucha gente”, comenta doña Cecilia, quien con su bolso en mano va a continuar con su mandado.
Pocas iglesias abrieron, la mayoría se encuentra realizando labores de limpieza, aunque otros como el templo de La Cruz, no han retirado las bandas que prohíben el paso desde el atrio, se informó que solo algunas realizarán misas dominicales o por la tarde, pero de manera paulatina para cuidar la salud de los fieles.