De 2020 a 2021 los delitos por abuso sexual incrementaron 14.3% en el estado de Querétaro, mientras que el de violación equiparada aumentó 36.4% en el mismo periodo; en cambio, el delito de violencia familiar disminuyó 2.6%, en el marco de la pandemia.
De 2020 a 2021 los delitos por abuso sexual incrementaron 14.3% en el estado de Querétaro, mientras que el de violación equiparada aumentó 36.4% en el mismo periodo; en cambio, el delito de violencia familiar disminuyó 2.6%, en el marco de la pandemia.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2020 se registraron 551 casos denunciados de abuso sexual, mientras que hasta noviembre de 2021 se llevaba un total de 630.
Cabe mencionar que en ambos años, que el mes de marzo fue en el que se registraron más casos de denuncia sexual en Querétaro, de acuerdo al reporte del Secretariado.
En tanto, para el caso de violación equiparada, consistente en los casos de violación a menores de 14 años o a quienes no tengan capacidad de comprender el hecho, de acuerdo con el Código Penal del estado, en 2020 se contabilizaron 170 casos, mientras que hasta noviembre de 2021 este delito alcanzó 232 casos, siendo octubre, en ambos años, el que más incidencia reportó.
En cuanto a violencia familiar, de acuerdo a Sistema Nacional de Seguridad, en 2020 denunciaron tres mil 552 casos, principalmente en marzo, y tres mil 473 hasta noviembre de 2021, siendo mayo el mes con mayor incidencia.
CASOS ATENDIDOS EN EL DIF
En 2021, abuso sexual, violencia familiar y omisión de cuidados fueron los principales delitos por los que menores de edad fueron resguardos por la Procuraduría de protección estatal de niños, niñas y adolescentes de Querétaro, dio a conocer el titular de la dependencia, Manuel Hernández Rodríguez.
El funcionario detalló que, por gravedad del delito, en el caso de abuso sexual se clasifica en abusos deshonestos o tocamientos y violación; en el de violencia familiar es física, seguida de psicológica; mientras que la última es omisión de cuidados.
“Los principales delitos por los que ingresan los niños son abuso sexual, normalmente es tocamientos, después la violencia familiar y omisión de cuidados, que es cuando los dejan solos o no cumplen con un seguimiento médico o físico que les complica la situación de salud”, expresó.
Sin embargo, de acuerdo con la estadística de la procuraduría, el 50% de los menores que se encuentran en resguardo sufrieron omisión de cuidados, alrededor de un 30% abuso sexual y el resto violencia familiar.
Hernández Rodríguez subrayó que en todos los casos de menores a resguardo existe una carpeta de investigación iniciada a través de los reportes en la procuraduría, cuando ingresan al hospital o por una denuncia directa en la fiscalía general del estado.
*Sus nietos fueron víctimas de abuso sexual; Lupita busca justicia para ellos*
En México, uno de cada cinco menores sufre de abuso sexual; de acuerdo con los resultados de la encuesta infantil y juvenil 2018, en Querétaro el 27 por ciento de las agresiones se dan en casa y en la escuela, siendo los familiares los principales agresores.
Es el caso de los nietos de Guadalupe Pulido, quienes fueron víctimas de abuso sexual por parte de su padre, quien salió en libertad tras pagar 20 mil pesos de fianza; los menores requirieron de cinco años de terapia psicológica.
“Ustedes que están en sus instituciones les llegan muchos casos y prefieren ignorarlo, prefieren decir ‘usted les ha metido todo eso en la cabeza a los niños’, porque eso es lo que yo viví. Yo lloraba cuando salía y pensaban eso de mí en todas las instituciones, todas me fallaron”, subrayó.
Para Guadalupe, las autoridades le fallaron y ahora busca justicia por sus nietos, quienes tenían entre un año y medio y siete cuando su padre los obligaba a fumar marihuana y les metía el pene en la boca.
“El papá hacía parejas, nada más hay un niño, se metía él con el niño y dos niñas y si no hacían lo que él hacía les pegaba, y lo que les convenía a los niños era hacer lo que el papá les decía y hacer lo que él les hacía. Él abusaba de todos, les metía el pene en la boca, no los abusaba como debía porque eran unos niños y si los violaba pues los mataba. Él aparenta ser un dulce, pero como dicen los niños, cuando estábamos adentro era un monstruo”, contó.
*DIF a favor de padrón de agresores sexuales en Querétaro*
Fernanda Lazo Payró, vocera de Corazones Mágicos, dio a conocer que trabajan en la presentación de una iniciativa para contar un padrón de agresores de abuso sexual infantil en el estado, el cual podría ser público como en la Ciudad de México.
Al respecto, Óscar Adrián Gómez Niembro, director del Sistema estatal DIF, afirmó que la propuesta resulta valiosa tomando en consideración que en el centro de asistencia social Carmelita Ballesteros han sido recibidos menores víctimas de ese delito. Además, afirmó que existe una relación abierta y permanente con Fernanda Lazo.
“Conocemos bien a Fernanda y Corazones Mágicos, ya hemos tenido acercamiento con ella y sabemos de este interés de construir este padrón, creo que pasa más por un tema legislativo. Entendemos lo valioso de que pueda existir”, dijo.
*Atención en CAS Carmelita Ballesteros y privados*
Actualmente, en el CAS Carmelita Ballesteros hay 61 menores de 18 años, de los cuales uno es migrante y está en proceso de restitución a su lugar de origen; sin embargo, en total, hay 420 menores institucionalizados, de los cuales 359 se encuentran en centros de asistencia social privados, bajo la tutela del DIF.
De acuerdo con Óscar Gómez, director del DIF, en el 85% de los casos de menores que ingresan víctimas de algún delito se reintegran con algún familiar que no es el señalado como agresor y solo en el 15% restante se inicia un proceso de pérdida de la patria potestad porque no hubo familiar idóneo.
“Una vez que un niño, niña o adolescente es puesto a disposición del DIF, lo primero que se hace es tratar de buscar su restitución al núcleo familiar a través de algún familiar, evaluando que este familiar tenga las condiciones ideales para el niño, además de que haya un interés y un afecto, ese es siempre el primer camino, solo si eso no funciona entonces volteamos a ver la opción de la institucionalización”, indicó.
Gómez Niembro mencionó que una vez cumplidos los 18 años muchos se mantienen en los centros de asistencia social pues se generan fuertes lazos emocionales. De los 420 menores institucionalizados, 59 se encuentran en esta situación.
Sin embargo, quienes deciden egresar, incluso buscar a sus familiares para analizar la posibilidad de reintegrarse a su núcleo familiar, lo hace con un proyecto de vida que se trabaja desde los 16 años, además de que se genera una vinculación con preparatorias y universidades para continuar con su preparación académica.
“Cuando cumplen los 18 la procuraduría emite un certificado de mayoría de edad, para que ellos a partir de ahí sepan que ya tienen los 18 años y puedan tomar una decisión por sí mismos; sin embargo, hay un vínculo muy cercano y entre ellos forman qué es lo que viene para él”, señaló.
