La Secretaría de Gobierno del Municipio de Querétaro investigará los alcances de la concesión otorgada para la operación de los paraderos “tipo Dubái”, donde hasta antes de la contingencia se ofertaban tacos de canasta.
El titular de la dependencia, Apolinar Casillas Gutiérrez, puntualizó que estos paraderos fueron contratados en la anterior administración a través de una concesión a un tercero, por lo que son espacios cerrados y no se trataría de una venta en la vía pública.
Dijo desconocer si la venta de estos alimentos y los anuncios electrónicos en las propias paradas, señalados por Diario de Querétaro, la autorizó el propio concesionario, por lo cual señaló que buscaría hacer contacto con el propio titular del contrato “solamente para revisar que como establecimiento, tenga el permiso correspondiente”.
De igual forma, el secretario informó que revisaría los alcances de la concesión: “Ofrezco revisar el contenido y alcances de este contrato, para ver qué es lo que sí puede y qué es lo que no puede hacer, de acuerdo a ese contrato”.
CONTINGENCIA FRENA VENTA
Ante la contingencia por el Covid-19, han dejado de ofrecer al público los tacos de canasta que se colocaban en al menos cuatro de los paraderos tipo Dubái de la ciudad, además de que ya no se observa la publicidad electrónica que los posicionaba.
“Nos quitaron ahorita por la contingencia, por lo pronto atenderemos solo pedidos”, advierte uno de los encargados de recibir los pedidos de los clientes a través de la línea telefónica, que se informa en el banner publicitario que se mantienen en los paraderos.
Por lo pronto, en el paradero ubicado al exterior del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Avenida 5 de Febrero, se observan cintas amarillas que fueron colocadas para evitar el paso de la gente al interior.
CONCESIÓN
En noviembre de 2018, el alcalde Luis Nava informó que la empresa Compromiso Mexicano Comercial S.A. de C.V., se haría cargo de la operación de las paradas de autobús -por un periodo de 20 años-, a cambio de la explotación de la publicidad.
Sería responsabilidad de la operadora colocar el equipamiento y trabajar con el Instituto Queretano del Transporte para transmitir información en las pantallas sobre la llegada de las rutas. La empresa atendería la operación, administración, mantenimiento y vigilancia.
En sesión de cabildo celebrada en el 29 de mayo de ese año, el ayuntamiento capitalino autorizó un contrato de usufructo a la empresa para operar los paraderos de autobús.