/ jueves 18 de enero de 2018

ISSSTE realizó la primera cirugía endovascular cerebral

Médicos del ISSSTE realizaron la primera intervención endovascular cerebral para eliminar un aneurisma en un hospital público estatal, con la que le dieron una segunda oportunidad de vida a Benjamín, un profesor de nivel básico de Pedro Escobedo, que tres meses después de la intervención y varias terapias, volvió a hablar y a caminar.

Se trata de una cirugía de nivel mundial, que alcanza un costo de tres millones de pesos en un hospital privado y no siempre se garantiza la buena calidad de vida porque es difícil que la gente recupere sus capacidades motrices, pero en este caso la intervención quirúrgica y la terapia dieron resultados en solo tres meses.

El pasado 6 de septiembre, Benjamín Araujo Santiago, de 51 años de edad, se quejó de dolor de cabeza durante ocho días hasta que se desmayó en la secundaria técnica número 20 de Pedro Escobedo, en donde daba clases como profesor de educación física y de inglés.

CON LA atención de personal especializado del ISSSTE, Benjamín se recupera de un aneurisma.

 

Antes de eso no se sentía mal y sólo recuerda el desmayo como un episodio en el que “se tropezó”, aunque su esposa y sus tres hijas lo acompañaron a recibir atención en el Hospital General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), donde el neurocirujano especialista Felipe Padilla Vázquez y el radiólogo intervencionista Manuel Mendoza Aguilar confirmaron el aneurisma y encabezaron la intervención de más de ocho horas en la que le salvaron la vida.

Padilla Vázquez detalló que los pacientes con accidentes cerebrales requieren una atención muy especial y la enfermedad genera complicaciones. En el caso de Benjamín el aneurisma, una especie de “chipote en un vaso sanguíneo”, sangró dentro del cráneo y causó que las arterias se apretaran, por lo que se hizo necesario recurrir a la cirugía híbrida, que consiste en una cirugía abierta, junto con la microcirugía y para eso se aprovechó el angiógrafo, un aparato especial que solo tiene el ISSSTE.

“El 30 o 40 por ciento de estos pacientes se mueren en el sitio de sangrado o llegan muertos al hospital, del restante, el 40% queda con muchas secuelas, en estado de coma o no pueden moverse y un porcentaje bajo, en buenas manos, sale adelante”, explicó Padilla Vázquez.

Aunque el aneurisma se causa por la debilidad en la pared del vaso sanguíneo, hay factores como la hipertensión, la diabetes y el tabaquismo que incrementan la posibilidad de que se presente esa condición, según detalló Mendoza Aguilar.

“Estamos haciendo procedimientos de primer mundo, esto se hace en la Ciudad de México, en Estados Unidos, en Europa, en centros médicos muy grandes, estamos dando la oportunidad no sólo de mantener la vida, sino disminuir la discapacidad, estamos convirtiendo al ISSSTE en un centro de referencia”, declaró Manuel Mendoza.

Después de la cirugía, los médicos aplicaron angioplastía química para abrir los vasos sanguíneos y evitar el infarto cerebral, además que recurrieron a una serie de terapias con el apoyo de más especialistas, lo que le permitió recuperar la movilidad y sus capacidades en sólo tres meses.

Al respecto, el delegado del ISSSTE, Sergio Blanca Álvarez, subrayó que esta cirugía es una muestra de la capacidad del instituto para resolver problemas como el infarto cerebral y los accidentes cardiovasculares, que son la primera causa de muerte en el país y la primera causa de discapacidad.

Para Benjamín y su familia, esto fue una segunda oportunidad de vida, aunque todavía le falta mucho trabajo antes de volver a dar clases en Pedro Escobedo, porque depende de que se le dé el alta en el centro médico.

Médicos del ISSSTE realizaron la primera intervención endovascular cerebral para eliminar un aneurisma en un hospital público estatal, con la que le dieron una segunda oportunidad de vida a Benjamín, un profesor de nivel básico de Pedro Escobedo, que tres meses después de la intervención y varias terapias, volvió a hablar y a caminar.

Se trata de una cirugía de nivel mundial, que alcanza un costo de tres millones de pesos en un hospital privado y no siempre se garantiza la buena calidad de vida porque es difícil que la gente recupere sus capacidades motrices, pero en este caso la intervención quirúrgica y la terapia dieron resultados en solo tres meses.

El pasado 6 de septiembre, Benjamín Araujo Santiago, de 51 años de edad, se quejó de dolor de cabeza durante ocho días hasta que se desmayó en la secundaria técnica número 20 de Pedro Escobedo, en donde daba clases como profesor de educación física y de inglés.

CON LA atención de personal especializado del ISSSTE, Benjamín se recupera de un aneurisma.

 

Antes de eso no se sentía mal y sólo recuerda el desmayo como un episodio en el que “se tropezó”, aunque su esposa y sus tres hijas lo acompañaron a recibir atención en el Hospital General del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), donde el neurocirujano especialista Felipe Padilla Vázquez y el radiólogo intervencionista Manuel Mendoza Aguilar confirmaron el aneurisma y encabezaron la intervención de más de ocho horas en la que le salvaron la vida.

Padilla Vázquez detalló que los pacientes con accidentes cerebrales requieren una atención muy especial y la enfermedad genera complicaciones. En el caso de Benjamín el aneurisma, una especie de “chipote en un vaso sanguíneo”, sangró dentro del cráneo y causó que las arterias se apretaran, por lo que se hizo necesario recurrir a la cirugía híbrida, que consiste en una cirugía abierta, junto con la microcirugía y para eso se aprovechó el angiógrafo, un aparato especial que solo tiene el ISSSTE.

“El 30 o 40 por ciento de estos pacientes se mueren en el sitio de sangrado o llegan muertos al hospital, del restante, el 40% queda con muchas secuelas, en estado de coma o no pueden moverse y un porcentaje bajo, en buenas manos, sale adelante”, explicó Padilla Vázquez.

Aunque el aneurisma se causa por la debilidad en la pared del vaso sanguíneo, hay factores como la hipertensión, la diabetes y el tabaquismo que incrementan la posibilidad de que se presente esa condición, según detalló Mendoza Aguilar.

“Estamos haciendo procedimientos de primer mundo, esto se hace en la Ciudad de México, en Estados Unidos, en Europa, en centros médicos muy grandes, estamos dando la oportunidad no sólo de mantener la vida, sino disminuir la discapacidad, estamos convirtiendo al ISSSTE en un centro de referencia”, declaró Manuel Mendoza.

Después de la cirugía, los médicos aplicaron angioplastía química para abrir los vasos sanguíneos y evitar el infarto cerebral, además que recurrieron a una serie de terapias con el apoyo de más especialistas, lo que le permitió recuperar la movilidad y sus capacidades en sólo tres meses.

Al respecto, el delegado del ISSSTE, Sergio Blanca Álvarez, subrayó que esta cirugía es una muestra de la capacidad del instituto para resolver problemas como el infarto cerebral y los accidentes cardiovasculares, que son la primera causa de muerte en el país y la primera causa de discapacidad.

Para Benjamín y su familia, esto fue una segunda oportunidad de vida, aunque todavía le falta mucho trabajo antes de volver a dar clases en Pedro Escobedo, porque depende de que se le dé el alta en el centro médico.

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