Con los ahora extintos programas de Gobierno federal que apoyaban al campo se logró pasar de siete toneladas de producción de maíz por hectárea a 11, indicó el presidente de la Confederación Nacional Campesina (CNC), León Felipe de Jesús Ramírez, quien recordó la importancia de los programas federales que han desaparecido.

El presidente de la confederación comentó que desde que se firmó el Tratado de Libre Comercio (TLC) en 1994 con Carlos Salinas de Gortari se generaron una serie de normativas, también conocidas como reglas de operación para operar programas a través de la SAGARPA ahora nombrada Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER).

En ese tenor Jesús Ramírez dijo que estas reglas de operación año tras año han ayudado para el ejercicio de recursos públicos de manera correcta, con lo que aseguró se garantizaba que el apoyo económico llegaba directamente al productor.

“El discurso del presidente es que quitó programas y recursos para combate de corrupción y el mal manejo de estos, pero que nos diga de qué manera puede pasar esto, si desde que se surgieron las reglas de operación el recurso público va directamente al productor con nombre y apellido”.

Por lo que Jesús Ramírez resaltó que grupos como el que representa, justamente organizan a la gente y dan herramientas necesarias, como capacitación, elaboración de proyectos productivos, asesoría de comercialización para sus productos y que de esta manera les vaya mejor y aprovechen la aplicación de recursos.

“Para que se den una idea de como estos programas de Gobierno federal ayudaban al campo, en los últimos 20 años en el tema de maíz se obtenía un promedio de 7 toneladas por hectárea, gracias a tecnología, asistencia técnica e infraestructura, logramos pasar a 11 toneladas, esos son los beneficios de la política en el sector primario”.