En Querétaro, por las condiciones de clima seco y la presencia del viento, del 15 al 20% de la población padece algún tipo de alergia, la más frecuente es al polen, de acuerdo con el alergólogo del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Salvador Gutiérrez Ayala.
Las partículas de polen pueden viajar hasta 20 kilómetros por las corrientes de viento presentes, “Querétaro es una zona con mucho aire en el ambiente en algunas épocas del año, esto propicia que haya más casos de personas con alergia”, aseguró el especialista.
No obstante, también señaló que en los últimos años de la pandemia de Covid-19, “el uso de cubrebocas ha facilitado que no se haya tenido tanta predisposición a que se den estos casos, pero hay factores aparte de los ambientales, como el interno a la casa”.
“Las alergias, normalmente son hereditarias pues el que una persona tenga alergias, hace que las posibilidades de que los hijos las puedan tener de la misma forma, se hereda como la diabetes, en la que aumenta la posibilidad de que la presenten los descendientes”.
La contaminación ambiental es un factor importante en el desarrollo del padecimiento, puesto que quienes no tenían la predisposición genética pueden volverse vulnerables a reaccionar ante los detonantes presentes en el aire y el ambiente de los espacios en los que conviven.
En cuanto a los factores ambientales domésticos, Gutiérrez Ayala enlistó al pelo de perros y gatos o las plumas de aves como algunos de los detonantes más frecuentes, además del polvo, los ácaros y las alergias alimentarias a determinados componentes.
“Los síntomas de las alergias pueden ser desde muy leves hasta muy severos, los primeros pueden pasar desapercibidos o no hacerles caso (…) algunas veces los pacientes se quedan con los síntomas y deciden no ir al médico”.
No obstante, hay ocasiones en las que la misma situación, por ejemplo, los estornudos y la comezón en los ojos causada por la rinitis alérgica se vuelve más severa “puede llegar a dar más molestias y alterar la función normal de la persona”.
Algunos de los síntomas de alarma de una alergia severa son las alteraciones del sueño por la obstrucción constante de vías respiratorias e incluso complicaciones emocionales que se pueden derivar de la falta del sueño.
“Las alergias se pueden manifestar en cualquier parte del organismo”, pero entre los síntomas más comunes se encuentran los relacionados con las vías respiratorias superiores, la conjuntivitis y las alergias por alimentos que afectan al sistema digestivo.
En pacientes pediátricos y bebés recién nacidos, las alergias a las fórmulas sustitutas de leche materna son las más frecuentes “esos pacientes pueden tener problemas de piel, digestivos (…) deben detectarse desde el principio, porque puede traer problemas incluso de desnutrición”.
“El tratamiento depende de qué tan severa sea la alergia, va desde que ni siquiera sea necesario el tomar medicamentos, en los casos más severos, se requiere de un tratamiento con el especialista, en el que tendría que hacerse pruebas cutáneas para determinar a qué se es alérgico en específico y tratarlo con medicamentos o vacunas”.
Las medidas preventivas son las que algunas veces pueden prevenir el problema, al identificar los alérgenos y evitar la presencia del problema
“Cuando el cuadro ya no está controlado y está teniendo crisis más severas o que se están haciendo muy frecuentes y el uso de algunos medicamentos no es suficiente, en esos casos es cuando se tiene que acudir con el médico especialista, el alergólogo”.
