La medicina tradicional en las comunidades indígenas sigue siendo una práctica común, aunque cada vez es usual que esta vaya de la mano con la medicina moderna, ya que hay malestares que no pueden ser tratados con los remedios ancestrales.
Actualmente hay cerca de 200 médicos tradicionales que siguen realizando esta práctica de manera clandestina, y solo un aproximado de 10 cuentan con certificación oficial, así como otros estudios en campo de la salud.
“El medico indígena no tiene un certificado, ahorita ya hay varios métodos para que se puedan certificar ante la SEP”, dijo.
Las principales necesidades que atienden los médicos tradicionales en el municipio de Amealco de Bonfil, tienen que ver con malestares en vías respiratorias, estomacales, musculares y dolores de huesos, por las condiciones climatológicas de la región.
Para el tratamiento de los pacientes se utilizan plantas de la región, ya que depende el malestar por el cual acudan al médico indígena se debe de conocer las propiedades de las plantas, para poder realizar las curaciones.
Dentro de las plantas que más utiliza están la cola de caballo, la prodigiosa, gobernadora, manrubio, pericón, hinojo, ortiga, olea, caléndula, epazote, árnica, tila, cuachalalate, damiana y valeriana.
“La medicina tradicional es un regalo de Dios y nosotros tenemos una conexión espiritual y vamos de la mano con la espiritualidad y nosotros tenemos curando desde antes que la medicina moderna se inventara”.
La medicina tradicional a decir de quienes la practican es un gran regalo de autosanación ya que con ayuda espiritual y los recursos que provee la madre tierra se pueden realizar milagros que los médicos no pueden comprender.
En la actualidad se trata de crear sinergia con la medicina moderna, ya que hay padecimientos específicos que no pueden ser tratados con la medicina tradicional y viceversa, por lo que cada vez es más común en la región que se canalicen a los pacientes entre ellos.
