El obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, urgió a no utilizar los cargos públicos como trampolín político, esto al hablar de quienes abandonan la función para la que fueron electos sin siquiera haberla ejercido, así como de quienes no llegan al final del periodo.
Lo anterior luego de que se dio a conocer que el panista José Luis Báez no rendirá protesta en el Congreso local para ejercer su cargo como diputado local para ocupar un cargo en Corregidora y tras varios casos, como el del exalcalde Marcos Aguilar, que no terminó el periodo al cual fue electo para convertirse en diputado federal.
El jerarca afirmó que los cargos públicos se obtienen con la confianza de quienes lo respaldaron a través de un voto democrático, de tal forma que un puesto debe beneficiar siempre al pueblo, no al funcionario.
“No me atrevería a hacer una evaluación respecto a la Legislatura anterior, pero los grandes retos, sin duda es la atención y la cercanía con la ciudadanía, que hagan lo que les toca hacer, no más, pero tampoco menos, es decir, un servidor público, quienes tenemos que tener un servicio en la comunidad, tenemos que tener conciencia de que este es un trabajo de entrega permanente y, lógicamente, si es de tres años, tiene que estar los tres años, no andar brincando a otros puestos”.
Continuó que quienes se postulan por un cargo de elección popular deben ser coherentes y no utilizar esa posición para perfilarse en otro.
La declaración la realizó posterior a oficiar la misa en Santa Iglesia Catedral, en la que urgió a que nunca exista distinción, mucho menos por situaciones como la colonia en la que se vive.
“Todos somos hijos de Dios, hay a quien le puede ir muy bien en la vida, hay a quien no, sin embargo; eso no nos da derecho a atentar contra la dignidad de nadie, por eso, en el plano de la dignidad, no debe haber ciudadanos de primera y de segunda… cada uno de nosotros, en la percepción que tenemos de los demás, a veces los descartamos”; finalizó.