La moneda mexicana es la mejor de toda la historia del mundo -sólo que no leemos- porque circuló por todo el mundo; China, EU, Europa, además era conocida como “el peso justo”, compartió don Rodolfo Lugo, quien se describe como uno de los 100 queretanos que quedan y que se dedica a la venta de antigüedades.
La Galería de Antigüedades 5 de mayo, inmueble que adquirieron los padres de don Rodolfo desde 1850, pero hasta hace ocho años decidieron abrir el negocio; negocios donde se venden todo tipo de antigüedades, de cualquier parte del mundo, no obstante, la colección numismática particularmente es nacional.
Casi todas las monedas están disponibles para venta al público, sin embargo, alguna que otra don Rodolfo dijo que no tiene precio, por lo que no está a la venta, pero comparte un espacio a lado de las demás en una vitrina que está a la entrada de la Galería.
“A la moneda mexicana se le conocía como el peso justo, porque el peso que tenía la moneda de plata era justo el valor de la moneda; época en la que con un peso te alcanzaba hasta para tres litros de leche”.
Don Rodolfo expresó que la moneda más antigua que posee es una de 200 años Antes de Cristo (una de las que no está a la venta), juaristas, porfiristas, de Miguel Hidalgo, Maximiliano incluso una que otra de Napoleón hecha de cobre.
“La moneda que más cuesta es la que no se vende, la más económica pues desde 200 pesos que pueden ser las porfiristas de finales de 1800. La moneda no vale por su antigüedad, sino por la acuñación, tengo un peso de níquel de 1969 y esa cuesta alrededor de 800 mil pesos, porque esa moneda sólo estuvo en circulación ese año”.
De las monedas menos conocidas, que forma esta colección de por lo menos 50 piezas diferentes, se encuentran, por ejemplo, una con dos ranuras, que más que moneda, es una ficha para hacer llamadas en los teléfonos públicos, fichas de hacienda que sólo eran válidas entre peones y dueños, curiosamente una está partida por la mitad, símbolo de que cuando no se tenía cambio el patrón cortaba la moneda por la mitad y seguía con validez.
A pesar de que don Rodolfo reconoce que la mayor parte de su colección hace alusión a lo nacional, dijo que es imprescindible tener alguna de otra nacionalidad, por ejemplo, de Napoleón, personaje del que también tiene otro par de artículos, como unos binoculares para la ópera con su estuche y una cuchara que por supuesto cuenta con el símbolo “una mosca”.
O también artículos de Maximiliano, y expresó “Todo que es de Maximiliano es muy cotizado, porque hay queretanos que se sienten hijos de Maximiliano, por ejemplo, los Loyola se van cada año a la tumba de este personaje, de verdad es en serio”.
En cuanto a billetes, también tiene a la venta un buen número de ejemplares que circularon por los estados del norte de la república, como Chihuahua que circularon durante la época de Francisco Villa, que al tener un sello que circuló por el estado de Sonora, adquiere mayor costo al momento de venderlo.
“Los billetes que tenemos a la venta, todos son mexicanos, valen desde 70 pesos hasta dos mil 500 pesos el más caro, que esto también depende del número de billetes que se imprimieron, es parecido con la moneda, pero sin duda lo que más se vende es la moneda”.
Parte de los muebles, pinturas, documentos, objetos diversos que don Rodolfo y su hijo venden en la Galería, resultan del legado familiar, pero también han hecho compras de ofertas que les hacen dueños de haciendas, como el caso de una cómoda que perteneció al Marqués de Villa del Villar del Águila.
“Todo esto que tenemos aquí es parte de la colección familiar, pero poco a poco hemos adquirido cosas de pueblos, haciendas o vienen y nos ofrecen piezas, pero lo que es real es que no alcanza el dinero para comprar cosas, porque son miles de millones de pesos lo que se tiene que invertir para adquirir cosas”.
Sin revelar fuentes ni números, Rodolfo Luna señaló que los interesados en comprar este tipo de piezas son los descendientes de algún personaje de la historia de México, por ejemplo, familiares de Miguel Hidalgo y Costilla o Francisco Villa han comprado en la Galería de don Rodolfo Luna.