El obispo de la Diócesis de Querétaro, Faustino Armendáriz Ramírez llamó a los fieles que recorren la peregrinación hacia el Tepeyac a que recorran el camino de la fe y el sacrificio para encontrar las respuestas en la oración y la espiritualidad.
“Sabemos que es un reto pero es una bendición y todo aquello que implica recibir una bendición tiene un precio, tiene un sacrificio, pero hay sacrificios que se hacen con mucho gusto como la peregrinación, es un sacrificio gozoso porque lo hacemos con fe”.
Monseñor Armendáriz Jiménez recordó que particularmente en esta edición de la peregrinación se conmemora el Año Jubilar Mariano en donde desde hace 50 años se nombró a la virgen de los Dolores de Soriano como patrona de la diócesis queretana.
“La virgen María hizo muchas cosas en su misión, en los pasajes del evangelio realiza estas acciones, hizo muchas cosas porque tenía fe en Dios”.
Destacó que la peregrinación es uno de los elementos fundamentales para Querétaro y su gente, quienes participan, ya sea por primera vez o quienes acuden cada año desde hace mucho tiempo.
“La peregrinación es uno de los elementos fundamentales que Querétaro y la diócesis tiene para dar al mundo porque la peregrinación es evangelizadora y refleja la alegría y el deseo de llegar a una meta con un camino que implica, cruz, sacrificios, cansancios y en el trasfondo lleva la alegría y la paz que Dios da”.
Aprovechó el camino y avance de las primeras columnas de hombres y mujeres para agradecer el apoyo e intervención de las autoridades, tanto del sector salud, como de protección civil y seguridad, pues cada año se suman más elementos para garantizar la seguridad e integridad de quienes acuden en este camino.
“Cristo, el primer peregrino, camina con nosotros me parece que es un privilegio y una bendición que el Sagrario recorra el camino, es una motivación para que no lo dejemos solo y siempre lo vayamos llevando, que no se nos olvide que va con nosotros y le debemos reverencia y respeto y el que nos cuida reciba ese cuidado”.
